El ilegitimo creía
que su comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
iba a ser “pan comido”, que iba a llegar a cortar oreja, rabo y pata, que con
un discurso plagado de mentiras iba a seducir a la audiencia. Llegó, como
acostumbra, acompañado de la “primera combatiente” y de un numeroso séquito.
Tal como se anticipaba, se presentó ante el Consejo con una “cara de yo no fui”
tratando de esconder su verdadero rostro de cruel dictador.
Dijo hay un acoso
permanente y una manipulación permanente del tema de los derechos humanos que
persigue aislar al país y “conspirar contra la patria". Afirmó que hay
“funcionarios imperiales” que lanzan acusaciones temerarias contra Venezuela.
Dijo que hay funcionarios que se creen con más poder que las propias Naciones
Unidas y la soberanía que reside en manos de los gobiernos legítimos". Esa
afirmación evidentemente estaba dirigida al Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los refugiados y a los integrantes de los diferentes comités del
Consejo que en los últimos meses han escrutado la situación de los derechos
humanos en Venezuela. Además, ¿desde cuanto la soberanía reside en los
gobiernos?
“Nadie puede venir a
enarbolar un sistema para imponérnoslo a todos", dijo como si no fuera eso
precisamente lo que han hecho su predecesor y tutor y el mismo en los casi 17
años del castro-chavo-madurismo.
Desvergonzadamente
que el año pasado se había desplegado “una operación violenta" en la que
"se incendió medio país" pero “los casos han sido investigados y
juzgados por el poder judicial”.
Reconoció que este ha
sido un año muy "complejo y difícil" en lo económico paro que
Venezuela “va saliendo victoriosa".
Afirmó que Venezuela
ha creado un sistema electoral de alto nivel de tecnificación y es el único
país del mundo donde se hacen tantos procesos de verificación de funcionamiento
del sistema electoral.
Sorpresivamente, en
un gesto de monumental hipocresía, cerró su discurso anunciando: "Están
cordialmente invitados todos los representantes de gobiernos, de organismos,
que quieran participar en la fiesta de la paz, de la democracia el 6 de
diciembre en Venezuela “¿Significa esto que cedió a la presión nacional e
internacional y se permitirá la presencia de misiones de observación electoral
de la OEA y la Unión Europea en las elecciones parlamentarias o simplemente se
estaba burlando del Consejo?
La comparecencia del
ilegítimo en el CNUDH estuvo precedida de tres circunstancias que contribuyeron
a situar su discurso en n su justa perspectiva.
La primera fue la
noticia del escándalo de que un hijastro y un sobrino suyos fueron capturados
con las manos en la masa cuando intentaban introducir en los Estados Unidos 800
kilogramos de cocaína. Esa información recorrió el mundo como candela en un
pajonal y llegó al CNUDH cuando se aprestaba a escuchar las mentiras del
ilegítimo.
La segunda fue el
discurso de apertura de la sesión del Presidente del Consejo, Joachim Rücker,
quien le recordó al ilegitimo los compromisos que implica ser miembro de ese
órgano. En una breve intervención introductoria le dijo que su gobierno está
obligado a tener presente los deberes
que impone ser miembro de la entidad que exigen a los Estados colaborar con los
sistemas de control existentes. “La última vez que un procedimiento especial
(relatores especiales o grupos de expertos) visitaron Venezuela fue en 1996” le
recordó.
La tercera fue la
intervención del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, el jordano
Zeid Ra’ad al Hussein quien, mediante un
video.transmitido desde Nueva York, le
recordó también la responsabilidad que implica ser miembro del Consejo y
denunció la presión a que se encuentran sometidos los jueces y fiscales
venezolanos, especialmente cuando se trata de “casos políticamente sensibles.”
“El Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria y el Comité de Derechos
Humanos, así como mi propia oficina, han expresado serias preocupaciones sobre
la independencia del poder judicial en Venezuela” y citó los casos de la jueza
María Luisa Afiuni y Leopoldo López. También criticó las amenazas e
intimidación que sufren periodistas, abogados y defensores de derechos humanos.
El Alto Comisionado
concluyó su declaración dirigiendo al régimen venezolano importantes
exhortaciones. “Aprovecho esta oportunidad para instar a Venezuela a cumplir
con las recomendaciones hechas por parte de estos mecanismos internacionales de
derechos humanos y asegurar que estas personas no sean sometidas a presiones de
ningún tipo en el desempeño de su importante trabajo”; insto a Venezuela “a
ratificar de nuevo” la Convención Interamericana de Derechos Humanos, de la
cual Venezuela se desligó unilateralmente. “Ser miembro de este Consejo
conlleva la responsabilidad de promover y proteger los derechos humanos en el
propio país, así como en el escenario mundial, es mi sincero deseo que
Venezuela se esfuerce por lograr progreso concreto en ambos frentes”.
Fue a Ginebra por lana y salió trasquilado.
Adolfo Taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com
@taylhardat
Caracas - Venezuela
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