“Hay pues una razón primigenia. Y las leyes son las relaciones que existen entre esta razón originaria y los distintos seres”, Montesquieu.
El olvido de las
matemáticas
José Stalin mantenía
en la URSS un presupuesto equilibrado, lo mismo que Hitler, Fidel Castro,
Clinton o De Gaulle. Nadie puede decir que estos líderes tenían ideas políticas
comunes, pero lo que hubo en ellos fue la lógica que no se puede gastar más de
lo que se tiene, al menos permanentemente. En Argentina todos se quejan de los
ajustes, pero nadie dice como se puede mantener el actual nivel de ingresos.
Hasta ahora este se ha sostenido a duras penas con una gran emisión monetaria.
Lo cierto es que no es ideológico el problema que afrontamos sino de falta de
lógica y de aplicación matemática a nuestras creencias político económicas.
Claro puede
mantenerse la emisión monetaria y dar todos los “salariazos” que se quieran,
pero aquí además de la ilógica de que la riqueza se crea en una imprenta de
billetes, se da la falta de memoria, porque Raúl Alfonsín también creyó que
podría sostenerse en su mandato emitiendo en vez de reducir el gasto público.
El resultado fue la segunda gran hiperinflación de la historia después de la
alemana desatada en 1929 y la primera en Argentina, superando el casi 900% de
proyección inflacionario anual con el cual dejo el poder la Presidente Isabel
Perón, como consecuencia de la ilusoria “inflación cero” de su marido, el
“rodrigazo” y el “cegetazo”. Volviendo a la hiperinflación alfonsinista,
recuerdo los billetes mellizos emitidos por la Casa de la Moneda, fotografiados
en primera plana de “La Prensa”. En aquella situación, ¿quiénes perdieron más,
los ricos o los pobres?
Incumplimiento y
jueces extranjeros
Incluso algunos
periodistas inteligentes, siguen con el mito de la reestructuración de la deuda
por parte de Néstor Kirchner en 2005. En aquella oportunidad desde un programa
de radio que a la sazón conducía, me opuse públicamente a esa quita salvaje,
que le pagaba a los acreedores un 30% de lo adeudado, en un momento en que
Argentina tenía la riqueza de una cotización de la soja favorable, mediante
cuyos ingresos podría haber arreglado el Default con un esfuerzo moderado. Sin
embargo se impuso esto pero, los grandes defensores de la soberanía, que
incluyo al equipo económico y gran parte de la oposición, eligieron para
dirimir cualquier conflicto, el Juzgado de la zona Sur de Nueva York. Como lo
anticipé en aquel momento, esto tendría a la larga consecuencias graves para
los ingresos del pueblo argentino. Dentro de las múltiples medidas
inconstitucionales del kirchnerismo esta fue una de las peores, porque si no se
cumple y encima se pone un juez extranjero, que se puede esperar? Otra vez la
ilógica.
La ex presidenta
Cristina Kirchner, incurrió en el mismo error varias veces y hasta recurrió
como futuro arbitro a justicia británica, país con el cual tenemos un diferendo
por Malvinas y las Islas del Atlántico Sur. Lo ilógico o la hipocresía es que
quienes buscaron jueces extranjeros, ahora condenan al actual gobierno, que no
tiene más que arreglar con los acreedores, con un fallo firme.
Que los holdouts,
sean en parte usureros o no viene al caso. Ellos tienen los títulos de la
deuda, que sus pobres anteriores propietarios, les vendieron desesperados
porque el gobierno peronista los estafó. Los llamados fondos buitres se
aprovecharon de ellos, pero Néstor Kirchner fue más usurero que dichos fondos,
con la agravante de que enajenó la soberanía nacional.
La apertura económica
Mientras que Raúl
Castro, en una hábil jugada, abre el comercio con los Estados Unidos,
aprovechando las necesidades estratégicas de esta potencia, aquí se mira con
mala cara entrar en la globalización. Felipe González, dijo en una oportunidad,
que “oponerse a la globalización, era igual que oponerse al descubrimiento de
América”. Sin embargo, en Argentina, los extremistas de todo signo se oponen a
la apertura económica, con grandes manifestaciones de supuestos “progres” y
otros que no son extremistas miran con desconfianza. Escuchen nuevamente las
palabras del Presidente Obama a los jóvenes argentinos: “Miren que da resultado
en el mundo”.
La bandera de la
ilógica nuevamente flamea en Argentina, bajo el lema de “crecer con lo
nuestro”. Pero los que lo sustentaron compraron trenes en China a un precio
superior al que hubieran costado si se hubieran hecho aquí. Claro es difícil
suponer que los costos chinos fueran superiores, por lo que la ilógica en este
caso pasa por la coima y la inmoralidad.
Inmoralidad ilógica y
responsabilidad mayoritaria
La inmoralidad existe
en todo el mundo, pero aquí ha llegado a extremos que afectaron el presupuesto
nacional. Con alevosía el kirchnerismo saqueó el país, llegando a cifras que
llevaron a más pobreza y atraso.
En 1.981, el
Presidente Valéry Giscard d’Estaing, perdió en Francia su reelección acusado de
un negociado con diamantes de una colonia africana y de un negociado cometido
por uno de sus ministros, que posteriormente apareció suicidado. Richard Nixon
debió renunciar porque espió a la oposición y esto le costó una derrota
electoral al Partido Republicano. Su Vicepresidente Spiro T. Agnew, debió
renunciar acusado de haber eludido impuestos.
En contraste, antes
de las elecciones presidenciales de 2.011, ya la Presidenta Kirchner tenía
varios juicios por corrupción y era vox populi como se robaba en el gobierno.
El narcotráfico, la inseguridad y la impunidad de los delincuentes azotaba al
país. El escándalo de “Sueños Compartidos”, protagonizado por Hebe de Bonafini
y Sergio Schoklender, resulto en una defraudación al fisco y el robo a los
pobres. Sin embargo la ex presidenta, mostrándose al lado de esta madre
violenta, del ya célebre Aníbal Fernández y otros de sus acólitos como Ricardo
Jaime, obtuvo su reelección con el 53% de los votos emitidos. La inmoralidad se
ha enraizado en la moral de gran parte de la población. Lamentablemente es
imposible, pero ese 53 % debería pagar la crisis que hoy sufrimos todos.
Y precisamente se le
llama al régimen que hemos vivido democracia No es este el valor que ha
predominado en los últimos 40 años. Recordemos la apertura de las fronteras del
noroeste, por donde comenzó a pasar la cocaína, por parte del Ministro Tróccoli
en 1.984, los pollos de Mazorín, las papas de Chernovil, la desaparición de 100
millones de dólares en el Banco Central, los 1.200 millones de la
prefinanciación de exportaciones de Del Conte. El gobierno menemista lo superó
ampliamente, y el narcotráfico y la corrupción crecieron y siguió aumentando
con Duhalde, hasta llegar a una “hiperinflación corruptiva” con los Kirchner.
Montesquieu ya había
afirmado que el valor de las repúblicas. es la virtud. No es lógico pretender
una democracia donde predomine la inmoralidad. Ya hace casi 2.500 años
Aristóteles la denomino a esta degeneración de la democracia, según la
traducción de Cicerón, como demagogia.
Una esperanza
democrática
Tengo la esperanza
que ahora tenemos una oportunidad de alcanzarla. Claro la disyuntiva es
afrontar un año difícil, con sacrificio y tolerancia, como hizo en peores
circunstancias el pueblo alemán a partir de 1945, después de la derrota del
Nacional Socialismo, en la Segunda Guerra Mundial.
El futuro inmediato
es de sacrifico y tensiones sociales, debido a que no se puede repartir lo que
no se tiene y hay que perder momentáneamente algo, sin embargo hay algunas
buenas señales, como la derogación de las leyes que impedían el cumplimiento
del fallo de del Juez Griesa. El gobierno negocio hábilmente, pero debe
reconocerse el apoyo responsable de la mayoría de las bancadas peronistas en
ambas cámaras. En el Senado está surgiendo un líder peronista tolerante, que
perdonando sus adhesiones pasadas, debe reconocerse lo que hizo para que esta
histórica aprobación fuera un triunfo argentino. Pichetto no se basa en la
verticalidad, sino en la negociación, si el peronismo sigue por ese camino de
conducción colegiada y deliberativa, continuando una oposición responsable,
puede ser una garantía de estabilidad y de avance hacia una alternativa
democrática, cosa que no lo fue hasta ahora. La capacidad de Pichetto se
manifiesta que sin tener una base territorial de poder, está dirigiendo la
mayoría del senado.
Masa por su parte
hizo lo suyo, también manifestando una oposición responsable y con un buen
equipo detrás. El radicalismo ha dejado parte de sus adhesiones al estatismo,
que le venían de la Convención de Avellaneda en 1947, en lo que parecería una
vuelta a su tradición liberal. Macri por su parte se maneja con moderación,
negociando y con tolerancia, con un gran gabinete y siguiendo el ejemplo de los
gobiernos exitosos del mundo, esta dando una muestra de coraje político al
afrontar una cirugía dolorosa pero indispensable para evitar que el enfermo
muera.
Falta que el Poder
Judicial se ponga en su función y castigue la corrupción, cosa que al parecer
está en vías de hacer. Para esto último es imprescindible modificar el Consejo
de la Magistratura, diseñado por Alfonsín y Menem para que los políticos
manejen el poder judicial, hecho agravado por el kirchnerismo. Sin una reforma
pluralista de este órgano, al que debe dársele una gran amplitud, los jueces
siempre dependerán del Poder Ejecutivo.
En síntesis, si
Argentina deja las ideologías y mitos del pasado y utiliza la razón, podríamos
decir remedándolo a Jesús: “Argentina levántate y anda”.
Carlos
E. Viana
carlosdeviana@yahoo.com
@ceeviana
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario