“Antes de hacer Republica debemos hacernos nosotros,
porque todavía no somos”
Alberto Adriani
Para Miguel Angel Campos
Que mejor época que la navidad para reconocer nuestros
errores, aceptarlos y pedir perdón, tenemos mas de doscientos años intentando
construir una Republica que no logramos terminar, obra inconclusa y tarea
pendiente para todos los venezolanos, tratar de entender en que hemos fallado
nos obliga a revisar nuestra historia, más allá de gloriosos pasajes, mitos y
grandes héroes, entre ellos el gran Libertador Bolivar “Padre de la Patria y
America” hemos obviado lo más importante e irónicamente más perjudicial, con
complicidad o sin ella hemos pisoteado, ultrajado, violentado la “cosa pública”
que no es otra cosa que la Republica, aquí nace nuestra desgracia.
Pretender construir una Republica sin entender su
significado es como sembrar una planta sin semilla, la “cosa pública” es algo sagrado, tiene que ver con las cosas
comunes, las que son de todos y administrarlas requieren un cuidado especial,
de allí la famosa frase: “mis derechos terminan donde empiezan los derechos de
los demás” es lamentable que en el recorrido histórico venezolano, nuestras
elites hayan confundido recurrentemente la “cosa pública” con “el interés
privado”, creando una distorsión social que hoy penetra a todas las capas
sociales, dando como resultado la vergonzosa cultura y nefasto gentilicio de la
“viveza criolla”
La lucha del poder en Venezuela no ha sido para
construir la Republica, esta se ha centrado en la “cosa pública” como botín, el
poder para el aprovechamiento personal, la experiencia hoy nos indica que la
mayoría de nuestra elite ha sido incapaz con deliberadas intenciones o sin
ellas de romper el esquema de la “viveza criolla” o el aprovechamiento de lo
público.
Nos vanagloriamos de una modernidad democrática falsa,
un país pobre que no supo ser rico, lo tuvimos todo pero terminamos
construyendo grandes obras materiales gracias la inesperada riqueza petrolera
que arrebato nuestra conciencia a cambio de lujos y una vida que no estábamos
preparados para manejarla, se nos olvidó que antes de las grandes obras
debíamos educar ciudadanos, sin ciudadanos no hay sociedad y sin sociedad no
hay Estado, mucho menos habrá Republica, de tal manera que, sin pena o
vergüenza, debemos admitir que hemos fracasado, mea culpa colectivo que nos
obligue a reaccionar y tomar en serio la construcción de una nación.
Los hombres públicos deben ser quienes brillen por sus
virtudes y no por consenso como aquellos que erradamente hemos elegidos o no
los han impuestos, la sociedad no puede seguir siendo sonámbula, debe despertar
con la conciencia clara del deber ciudadano y su responsabilidad en la construcción
de la Republica, delimitar la línea de lo público y lo privado es una de las
tareas de los venezolanos del siglo 21.
La figura del “caudillismo” es ese personaje
“todopoderoso y salvador” que decide con su dedo mágico todo lo que tiene que
ocurrir, debe ser borrado de nuestra memoria, no hay nada más dañino que el
culto a la personalidad, pretender que una sociedad sea guiada por un hombre
iluminado es una de las estupideces más grande de nuestros tiempos y una
condena segura al fracaso, una sociedad está compuesta por miles de hombres y
mujeres que en la medida que se involucran honestamente en el cuidado de la
“cosa pública” van generando una sociedad de bienestar.
Construir ciudadanía es el reto del siglo 21 para los
venezolanos, antídoto para derrotar y liberarnos de tantos males acumulados,
garantía de acceso a la civilización moderna y primer escalón para aspirar una
Republica Democrática. Definir ciudadanía pasa por internalizar la vida
comunitaria, la cual es compleja y difícil de soportar porque quizás no haya
algo tan complicado como las relaciones humanas, sin embargo, será la
tolerancia la clave del éxito, Eleazar Lopez Contreras con su “calma y cordura”
la practico con maravillosos resultados. Finalmente, el ciudadano es aquel que entiende
que lo público es sagrado, para él es inaceptable aprovecharse de el con fines
personales.
Jose Lombardi
jjlombardiboscan@gmail.com
@lombardijose
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