Me
había prometido no escribir de nuevo por un tiempo, pero luce imposible. En
principio hago una llamada a la cordura y la sensatez. Son tiempos de calma
olímpica y no de histeria colectiva, porque el adversario es complicado. Hemos
llegado al final, no hay vuelta atrás para las partes, los tiempos están
pariendo una nueva Venezuela. 2019 es el ultimo año de la locura
revolucionaria. Pero hay que buscar a toda costa una salida sensata, real y
definitiva, porque sobre todo amigos, necesitamos que el proceso sea
irreversible. Lo segundo, es que este momento de la historia significa aplicar
el sentido común, nunca antes había sido tan necesario un poco de éste, que es
sin duda alguna, el sentido menos usado en Venezuela.
Les
pido de primero a mis lectores que no se hagan eco de la idiotez de una
invasión en horas, las condiciones no están dadas y esa opción solo está sobre
el papel en el Pentágono y sin duda alguna, ya fue planificada al detalle. Pero
no amigos, usted no se va a enterar por un audio de Watsapp, usted verá los
preparativos y se enterará, porque Venezuela no es Panamá, ni Grenada. Así que
no le pido que descarte un audio, sino todos, pues son los mismos que avisaban
del golpe inminente todos estos años, los que ahora están dateados directamente
por Trump de la invasión.
Así
que créame amigos lectores, que esa opción si bien es cierto que por primera
vez es factible en la historia, es el último y más alejado de los escenarios
así que créame, que cuando llegue ese momento, usted lo sabrá como lo supo la
Junta Argentina, como lo sabía Noriega, Gadafi o Saddam Hussein. Mejor
enfoquémonos a los escenarios reales que vienen y como prepararnos para lo que
sucederá, en lo personal, familiar y de cara al país.
¿Qué
va a hacer el régimen? Simple. Evitar a toda costa el quiebre militar en corto
plazo, mermar la resolución de nuestros aliados, dividir sus opiniones para
evitar la opción militar, dividir a la oposición con premios y elecciones,
posiblemente veremos que han logrado detectar un nuevo golpe o magnicidio que
lleve a lideres detenidos, atacarán las debilidades jurídicas y políticas de
Juan Guaidó, así como esperaran a la crisis terminal que se generará y culparlo
de todo lo que vamos a vivir en Venezuela, de cara a los militares, al chavismo
y a los derrotistas de oposición. Porque como reza el dicho, todo el poder,
genera toda la responsabilidad. Y aquí amigos, es donde el tiempo es oro.
Sobre
el quiebre ¿que necesita la oposición?, pues es simple, no necesita que salgan
los generales pronunciándose rumbo al exilio, esa es la mayor señal de
debilidad que puede tener, porque significa que abandonaron sus cuarteles
porque no ven movimientos en los cuales participar, mucho menos necesita un
pronunciamiento como el de la mañana famosa del 11 de Abril donde cuatro gatos
variopintos se adjudicaban un supuesto golpe de Estado, porque eso hace que la
mayoría se repliegue. En teoría la oposición necesita lo que ocurrió el 23 de
Enero y la famosa noche de Abril, una gigantesca huelga de brazos caídos de
casi todas las guarniciones del país y de la Guardia Nacional, que fue lo único
que verdaderamente convenció a Pérez Jiménez o Chávez de salir. El resto, es
brizna de paja.
Por
lo tanto, la oposición en su conjunto luce preparada para un escenario de corto
plazo. La amnistía para los militares fue ofrecida el 11 de enero, el 22 ya fue
concretada en forma de Ley. Ahora va a tratar de romper la cohesión militar con
la ayuda humanitaria justo en la semana, que se cumplirá el primer mes, desde
el ofrecimiento y sin sanciones a la cúpula militar. En este juego, el régimen
lógicamente jugará a “desdentar” y debilitar el sector militar adverso y
controlar las brigadas más poderosas, que están sobre una presión
extraordinaria.
Ahora
bien, entienda también algo básico, son veinte años que se dicen fácil y a los
políticos les cuesta mucho a veces entender que el chavismo es una inmensa red
entretejida de intereses. Están los generales vinculados con políticos a
bancos, a aviones, a barcos, a empresas, al agro, al cemento, aluminio, hierro,
minas, oro, diamantes, uno en cada rubro de importaciones, están los generales
de distribución de harina, carne, pescado, Clap. Los generales de los contratos
petroleros, los de servicios, los asfalteros, tuberías, agua, los de infraestructura
y todo esto es piramidal, pues permea a coroneles y demás en lo que nuevamente
hay que llamar a Rómulo Betancourt para que le enseñe a las jóvenes promesas de
la política que una dictadura, no es de un solo hombre, una dictadura no es
otra cosa que “el pingüe negocio del coronelato” (Betancourt Dixit).
Es
precisamente esa inmensa red de intereses piramidal, con un presupuesto aparte
en dólares la que convierte a la mitad de los generales en guachimanes de su
negocio, unos que están mas activos conculcando movimientos subversivos, que
los cubanos. ¿Se va a romper la red? Sin duda, en horas históricas, pero no
era, ni será tan rápido ni fácil como habían pensado muchos.
Para
el tema de ayuda humanitaria el régimen sencillamente tiene dos escenarios. El
primero es ganar tiempo escalando en su negativa, para que la crisis generada
por las sanciones afecte a la mayoría en grado mayor, mediáticamente imponer la
idea de que se trata de limosna y dependiendo de la presión mundial y la crisis
de liquidez, permitir el ingreso “gracias al dialogo” supervisado por la ONU o
países neutrales, a sabiendas que veinte o cuarenta millones de dólares, son
una aspirina para la grave enfermedad y culpando a la oposición de haber
generado el Caos.
Otro
escenario es que el régimen jugará al dialogo y negociación, cediendo posturas
inauditas para ganar tiempo y aliados. El doble discurso europeo, con el juego
de policía bueno y policía malo, lo que realmente hizo es reconocer el poder de
ambos gobiernos Maduro y Guaido, de cara a la negociación. Mientras estos
países estén negociando, la posibilidad de generar una acción mas drástica se
aleja. Si el régimen logra evitar el colapso militar, esa postura se aumentará
con muchos países, porque sencillamente verán que no hay tal cosa como una
salida rápida.
El
tercer y lógico escenario es el de aprovecharse del colapso total que viene.
Porque debemos estar preparados, en caso de que no funcione el primer
escenario, donde la oposición tendrá que afrontar el desaliento de un sector
propio que creyó nuevamente en una salida rápida, para afrontar a un régimen
contra las cuerdas, que ha decidido la opción de escalar el conflicto. Y me
refiero al juego de ajedrez económico entre las partes. Estados Unidos ha
optado por secar las arcas de Maduro para generar la crisis terminal y
entregarle el dinero a Guaidó, quien nombrará nueva directiva en Citgo,
mientras que Maduro ha respondido con la opción nuclear, pues no le enviará:
“el crudo (a) una cuenta bloqueada con intereses a favor del diputado que se
autoproclamó presidente” (Televen) por lo tanto repatriaron al personal de la
empresa (Reuters), exigirán el pago anticipado del petróleo, (en cuentas
distintas a dólares) y declararán fuerza mayor selectiva en los contratos (03-02).
Lógicamente eso no lo puede hacer nadie, porque sería una forma de evadir las
sanciones.
¿El
resultado? La inminente parálisis. La flota de tanqueros venezolana está parada
frente al terminal de José (Reuters[1]), mientras la flota de tanqueros estadounidenses
están parados en el golfo de México (Bloomberg[2]) y lo están porque nadie
puede pagar, PDVSA no les despacha sin el pago, y las empresas solo pueden
pagar a la cuenta que Estados Unidos tiene a nombre de Guaido. ¿el daño
colateral? Muchas empresas extranjeras no querrán meterse en problemas. Los
otros dos socios potenciales India y Singapur, podrían recibir “dispensas” para
continuar operando, pero ¿a que arcas llegará ese dinero?. China podría aceptar
una parte del petróleo venezolano y pagar en yuanes, pero en el corto plazo la
mayoría de los analistas petroleros colocan una nueva producción, menor a los
setecientos mil barriles de petróleo y otros la colocan menor a cuatrocientos
mil.
Esto
amigos generará en los próximos meses la mayor crisis de liquidez que viviera
una nación en Latinoamérica, hablamos de impagos generales, de nulas
importaciones, de acreedores y fondos buitres, de falta de insumos y un impacto
severo, es decir una paralización total y terminal. Para usted y para mi
significa que no habrá gasolina, alimentos a escala general y que no habrá
nada. A eso, estará jugando el régimen. Es decir, que frente a un gobierno que
no puede ejercer en el exterior porque perderá todas sus embajadas, ni puede
resolver nada a lo interior, sencillamente optaran por subirle el costo
político a Juan Guaido, quien de cara al sector militar, al chavismo y a la
oposición y naciones que dudan, mediáticamente sembraran la idea de que quien
tiene el dinero, tiene la responsabilidad.
Aunque
parezca que los escenarios del final son muy difíciles, lo que quiero que
entienda es que no hay salidas fáciles, ni expeditas. Todo final, supone
también un principio de otra cosa que no esta exento de tropiezos y de lo que
hablaré en los siguientes escenarios. Lo importante aquí amigos, es que no hay
un solo militar y un solo chavista que no este pensando en un plan B, pues la
amnistía les supone continuar el camino político y de carrera, por lo que todo
dependerá de la presión. La oposición debe prepararse también para esos
escenarios de mediano plazo, porque una cosa es ganar y otra sostenerse en el
poder después.
Lo
importante igual, es que vivimos el final de un periodo de la historia. Vivimos
los últimos segundos, que siempre son los mas angustiosos y desesperantes. De
eso hablaremos en mi próximo articulo. Pero lo mas importante es que usted se
prepare para lo que viene y prepare a su familia. Le ruego que tome previsiones
lógicas para enfrentar el colapso de todo un modelo.
Thays
Peñalver
@thayspenalver
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