Al
hablar de filosofía del derecho nos remontamos a legendarios como Fichte, quien
muy solidario, pero medio socialista, manejaba la justicia respecto a la
propiedad de forma meritoria, o sea, impartir justicia según la condición del
ciudadano, no de clase, sino de ocupación, desenvolvimiento y, claro con
ecuanimidad absoluta. De forma que como Jesús de Nazaret –al César lo que es
del César- decía que cada individuo tiene derecho a la posesión de una casa
donde vivir con su familia y de herramientas para desenvolverse en su ocupación
con el objeto de servir a la comunidad donde se desenvuelve.
Siglos
antes que él (300 AC), considerando que lo anterior es un acto de justicia y
que la justicia maneja en mejores proporciones la prudencia, Aristóteles en
ética a Nicómaco manifiesta que el individuo para su buen desenvolvimiento
antes que todo y en función social debe manejar con lo mejor del juicio “la
equidad” el bien para todos: “los
actos de justicia se dan en aquello que participan de lo bueno en términos
generales, y tienen en ello un exceso o un defecto (…) porque para unos no hay
exceso de bienes, y para otros no es beneficiosa ni una mínima parte” (Ética a
Nicómaco libro V-IX)
De
estos últimos afirma que, siendo malos incurables y, se valen de –corrupción-
la injusticia, piensan que la justicia les daña. Sin embargo, el hombre (en
general) concibe que la justicia en términos medio es relativa al bien común.
En
este sentido, para bien común, me dirijo a los organismos institucionales o
públicos en función de exhortarlos a que, si manejan la cosa pública respecto a
los “servicios públicos” que son un derecho del pueblo, deberían utilizar la
justicia con un fundamento ético y no moral, todo en relación a servir tanto al
ciudadano común como al empleado público.
Por
tal motivo propongo que, al empleado se le exija una lista de: amigos,
familiares y afectos e igualmente habilitar un panel de atención enumerados, de
modo que el ciudadano común sea atendido con el mismo derecho que atienden a
los antes privilegiados y, no hacerle parecer unos estúpidos cuando después de
haber asistido temprano y puntualmente, se presente un advenedizo -2 o 3 horas
después del horario de operaciones- y pase primero por efecto del tráfico de
influencias. Entonces, cola familiar, cola de amigos etc.
Respecto
a los emolumentos en Venezuela, parece ser que el espíritu político del
despotismo ilustrado tergiversando los postulados de Voltaire respecto a la
educación del pueblo para el progreso de las naciones, en los cuales la
educación que, propuesta por los mandatarios déspotas en todos sus estilos y,
sesgada a la mediocridad para paliar la alta ignorancia que prevalece en las
épocas de lo S. XVI-XVIII; ahora en el siglo XXI ha resurgido en el espíritu de
los dizque progresistas. La apreciación tiene como objeto: Denunciar y
repudiar, la ola de saqueos, incendios, y desvalorización de la calidad del
pensum universitario en universidades patrocinadas por el régimen chavista
¿será que los colectivos tal que mercenarios pagados por el régimen tienen
metidas sus manos negras en este nefasto asunto de la violencia contra
universidades?, aunado al deterioro del presupuesto operacional de la universidades
autónomas más el acoso a las privadas. Pero lo más dañino y cruel es la
desvalorización de la importancia de la educación de los nacionales, asignando
salarios, sueldos y emolumentos de miseria que han deteriorado la calidad de
vida al educador hasta un extremo indigno. Para ellos la educación es
adoctrinamiento para crear fidelidad incondicional al régimen, en la España
actual está sucediendo con el socialismo duro de la dupla Sánchez-Iglesias algo
parecido contra la universidades.
La
paradoja en ellos es que la mezquindad es una virtud, o sea tienen el mismo
espíritu de las alegorías de: la rana, el escorpión y el río, del zángano y la abeja reina o de la
araña viuda negra, para ellos parte de sus acólitos siempre será desechable,
los ejemplos son: En la revolución francesa los girondinos y lo jacobinos
participaron en la gesta revolucionario contra la monarquía francesa su
espíritu invocador fue la marsellesa, cuyo eslogan era, igualdad, fraternidad,
libertad. Pues bien ninguna de las tres causas cristalizaron pues más pronto
cuando pudieron los jacobinos excluyeron de toda causa a los girondinos.
Igualmente pasó en la Rusia de Lenin, los bolcheviques contra los mencheviques, Fidel Castro contra Miguel
angel Quevedo (de bohemia), contra Salvador Allende, contra el mismo Che, H. R.
Chávez contra su salvador en el 2002 el general
Baduel etc. Del mismo modo han arremetido con energía contra los medios
de comunicación, limitando la libre expresión mas aun.
Conclusión
la injusticia en el socialismo es la justicia del déspota de turno (tirano),
con ellos se confirma el espíritu parricida mencionado en otros artículos.
kaojoise@gmail.com
morillo51@yahoo.com
@kao-joi-lin
Venezuela-EEUU
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