sábado, 21 de noviembre de 2015

EDUARDO LÓPEZ SANDOVAL, DE LOS APELLIDOS FLORES, HITLER Y CARUJO

Bien pudiéramos comenzar este escrito con una caricatura de teatro que presente una  novia recién zapateada llamada Venezuela, que le dice a su novio Adolfo, regresando el ramo de Flores marchitos:

-¡Toma tus Flores, Hitler, no hieden a nada! ¡Y anda y vete para el Carujo!.
Pero la cosa no está para comedias. Hablemos en serio.
El apellido Hitler era un apellido, que si bien no era de los más abundantes en la tercera década del siglo XX, -ponemos a la ciudad de Nueva York como ejemplo-,  sí tenía un trato más que cotidiano. De modo que en la guía telefónica, de poco más de media docena de jefes de familia, antes de la Segunda Guerra Mundial, que se identificaban con ese “last name” –como le dicen los gringos-, pasaron a ser sólo dos en la Gran Manzana. Esta es una realidad que se entiende que es mundial, ¿han oído ustedes a algún reportero, futbolista,  candidato, actor, o cualquier individuo que proyecte ese apellido? ¿No?, yo tampoco.
Guardando las terrenales distancias, ¿tienen algún amigo Carujo?
Yo tampoco. Entro a la página de la telefónica CANTV y la respuesta es: “La búsqueda por Carujo no obtuvo resultados”.
Este era el apellido de Pedro Carujo, el oficial patriota que en 1835 fue uno de los que encabezó el movimiento político de moda, la Revolución de aquella época, la llamada Revolución de las Reformas, dirigida por el general Santiago Mariño, siendo éste el golpista encargado de apresar al presidente Vargas en su casa el ocho de julio de1835, con el cual se produjo aquel famoso diálogo de teatro entre el militar y el civil. El Golpista dijo al Médico Vargas: “«Doctor Vargas, el mundo es de los valientes...» a lo que contestó éste: «El mundo es del hombre justo», tras lo cual partió exiliado a la isla danesa de Saint Thomas.”. (De la Red).
Este mismo personaje participó en el atentado a la vida a Simón Bolívar por allá en 1828, en Colombia.
Guardando las siderales distancias.  Del apellido Flores en la nómina de la Asamblea Nacional se dice que antes de esta Revolución de las Reformas, -perdón, Revolución Bolivariana, quise decir-, este apellido se podía contar con los dedos de una mano. Luego de la Revolución tomar el Poder, los Flores se acercan a la centena de individuos que pasan por taquilla quince y último. Nepotismo se dice.
Próximamente, el 06 de diciembre, Venezuela tiene la oportunidad de CONSERVAR esto, o no. Destacamos una palabra para decir, a quienes pretendan CONSERVAR el actual estado de cosas: ¡MÁS DE ULTRADERECHA SERÁS TÚ!
Eduardo López Sandoval
llanerodigitalcalabozo@gmail.com
@eduardocalabozo
Guarico - Venezuela

INTERNACIONALES

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