Bien pudiéramos
comenzar este escrito con una caricatura de teatro que presente una novia recién zapateada llamada Venezuela, que
le dice a su novio Adolfo, regresando el ramo de Flores marchitos:
-¡Toma tus Flores,
Hitler, no hieden a nada! ¡Y anda y vete para el Carujo!.
Pero la cosa no está
para comedias. Hablemos en serio.
El apellido Hitler
era un apellido, que si bien no era de los más abundantes en la tercera década
del siglo XX, -ponemos a la ciudad de Nueva York como ejemplo-, sí tenía un trato más que cotidiano. De modo
que en la guía telefónica, de poco más de media docena de jefes de familia,
antes de la Segunda Guerra Mundial, que se identificaban con ese “last name”
–como le dicen los gringos-, pasaron a ser sólo dos en la Gran Manzana. Esta es
una realidad que se entiende que es mundial, ¿han oído ustedes a algún
reportero, futbolista, candidato, actor,
o cualquier individuo que proyecte ese apellido? ¿No?, yo tampoco.
Guardando las
terrenales distancias, ¿tienen algún amigo Carujo?
Yo tampoco. Entro a
la página de la telefónica CANTV y la respuesta es: “La búsqueda por Carujo no
obtuvo resultados”.
Este era el apellido
de Pedro Carujo, el oficial patriota que en 1835 fue uno de los que encabezó el
movimiento político de moda, la Revolución de aquella época, la llamada
Revolución de las Reformas, dirigida por el general Santiago Mariño, siendo
éste el golpista encargado de apresar al presidente Vargas en su casa el ocho
de julio de1835, con el cual se produjo aquel famoso diálogo de teatro entre el
militar y el civil. El Golpista dijo al Médico Vargas: “«Doctor Vargas, el mundo
es de los valientes...» a lo que contestó éste: «El mundo es del hombre justo»,
tras lo cual partió exiliado a la isla danesa de Saint Thomas.”. (De la Red).
Este mismo personaje
participó en el atentado a la vida a Simón Bolívar por allá en 1828, en Colombia.
Guardando las
siderales distancias. Del apellido
Flores en la nómina de la Asamblea Nacional se dice que antes de esta
Revolución de las Reformas, -perdón, Revolución Bolivariana, quise decir-, este
apellido se podía contar con los dedos de una mano. Luego de la Revolución
tomar el Poder, los Flores se acercan a la centena de individuos que pasan por
taquilla quince y último. Nepotismo se dice.
Próximamente, el 06
de diciembre, Venezuela tiene la oportunidad de CONSERVAR esto, o no.
Destacamos una palabra para decir, a quienes pretendan CONSERVAR el actual
estado de cosas: ¡MÁS DE ULTRADERECHA SERÁS TÚ!
Eduardo López Sandoval
llanerodigitalcalabozo@gmail.com
@eduardocalabozo
Guarico - Venezuela
INTERNACIONALES
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