En el país a partir de hoy 01-11-2015 se inicia un proceso que en el
ambiente deportivo se le podría denominar una carrera contra reloj. Es decir,
girar en el marco de una meta, en sentido retrospectivo. En el caso al que me
quiero referir: seis (6) de diciembre de 2015. Momento para poner en vuelo,
cualquier “imaginación” que se nos pueda ocurrir. En lo particular se refiere a
un acontecimiento político, que por primera vez está lleno de un mar de
“presagios” a eso lo voy a denominar “un día antes.”
Presagiar: anunciar o prever por señales o signos algo que va a ocurrir
en este caso cada uno de los ciudadanos de este país probablemente tengamos
nuestros propios presagios. El gobierno asegura que resultará triunfador en las
mesas electorales organizadas promovidas y ejecutadas; en el marco de lo que
así dispone el artículo 186º de la Constitución Bolivariana de Venezuela. El
C.N.E. está facultado para garantizar tan delicada responsabilidad, en el marco
del artículo 63º constitucional.
Por el otro lado la MUD, presagia su propio criterio, seremos los
triunfadores. Muchas personas, extrañamente muy poco o casi nadie emite opinión
del rol que jugaran los que no son parte activa, de un lado u otro, Niní creo
que les llaman. Resulta que esos ciudadanos también tienen sus propios
presagios, al igual que todos también piensan, se expresan, actúan; es decir
también pueden animarse a ir al baile y decidir, pueden de hecho y de derecho
tomar decisiones.
En el orden expuesto resulta oportuno y necesario señalar como está el
país el día antes de las elecciones, que por analogía está vinculado al
“presagio”, como lo ven más de treinta (30) millones de venezolanos que están
inmersos en una “aciaga incertidumbre”, que impide tener conciencia de lo que
ocurrirá el día de las elecciones
Una incertidumbre que es cierta, indelegable, dura de vencer, es que a
las elecciones del (6) de diciembre iremos con la conciencia full de que en
Venezuela las cosas no están bien. En ese no estar bien los venezolanos tenemos
que reconocer el “grado de corresponsabilidad” en tan aciaga situación. Si tan
solo nos detuviéramos a leer algunos artículos de nuestra constitución,
pudiéramos darnos cuenta del grado de obligación que nos asiste en el deber y
el derecho. “el habernos quedado, aparentemente tranquilos como si la cosa no
fuera con nosotros, tiene al país inmerso en una profunda crisis integral, en
lo social en lo económico y lo político. Veamos:
Artículo 1º: La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente
libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de
libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón
Bolívar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación la
independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial
y la autodeterminación nacional.
Artículo 2º: Venezuela se
constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación,
la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia,
la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político.
Artículo 3. º: El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el
desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático
de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la
paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en
esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales
para alcanzar dichos fines.
Artículo 4. ° La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal
descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por
los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad,
concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5. ° La soberanía reside
intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma
prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado
emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Artículo 6. ° El gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen
es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado,
alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
Artículo 7. ° La Constitución es
la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas
y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución
En el marco de un día antes estaremos concurridos masivamente al
cumplimiento de un deber ciudadano: votar para prepararnos a lo que será una
nueva gestación, un nuevo embarazo un nuevo parto; por analogía, trabajar muy
duro para rescatar la patria que ahora está amenazada extrañamente por el
propio presidente: “…tenemos que triunfar como sea, lo contrario, en un
escenario hipotético negado, para defender la “revolución”; que no va a ser
entregada jamás, obligara a activar una junta cívico militar que junto con el
“pueblo” garantice la “paz…”
Un día antes, tenemos que estar preparados para entender que la
convocatoria es hacia la unión de voluntades, hacia una causa común la patria,
no es un momento para pensar en triunfadores y derrotados es el momento de
cumplir el deber de hacer que el genio de América, baje tranquilo al sepulcro.
El siete (7) de diciembre, no un día de celebración para el “triunfo”, o
de tristeza para quien resulte “derrotado”. El gran triunfador tendrá que ser
“la patria”. Cómo hacer para convertir la “crisis” integral, social, económica
y política, en una “oportunidad para el cambio” cual ave fénix convertir los
errores en aciertos, en escuelas que nos permita el desarrollo de una verdadera
“revolución” social democrática que se parezca a los venezolanos. Ella solo
será posible, si logramos un nivel real de “unión”, de solidaridad y
tolerancia, de encuentro nacional de todos los que aquí vivimos, convivimos y
coexistimos en sana paz.
El día posterior debe tener espacio para la sana controversia que no
promueva aciagas confortaciones que impidan la posibilidad de hacer causa
común, en un mismo norte común. Todo a lo que a esto le sea común lo debemos
defender en el marco de nuestra carta magna, lo contrario por principios
natural y humano debe ser rechazado.
Más cantos de sirenas, no queremos seguir oyendo; porque ellos solo
contribuyen a desviar el rumbo del barco de los navegantes. En ese barco lleva
como capitán a la “libertad” y como tripulación al pueblo, su rumbo la
democracia social. Un día después la resultante de la convocatoria, deberá dar
inicio a la `preparación política tal cual así está establecido en la carta
magna en lo referente al “poder legislativo nacional”.
Un día después no es cierto que aparecerá la bola mágica que todo lo
resolverá, será el inicio de un proceso que tendrá que ser muy diligente,
oportuno, eficaz; al que deberán concurrir voluntades y disposiciones de todos
los actores de la vida nacional. Hombres, mujeres, estudiantes, educadores,
productores del campo, empresarios, microempresarios, cooperativistas, etc.
tendremos que hacer causas comunes en el propósito de reconstruir la patria.
Así habremos logrado que el genio de América baje tranquilo al sepulcro.
Rafael Viloria
ravil_45@hotmail.com
@RafaelViloriaVE
Zulia - Venezuela
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