Recientemente un
avión tipo Jet, tocó tierras anzoatiguenses, su pasajero el cantante colombiano
de Reggaetón Maluma. El motivo de su visita era ofrecer su espectáculo en los
Carnavales de Guanta 2016. Evento que es organizado por el Alcalde de Guanta Jhonnathan
Marín. El costo de su show se calcula en 250.000 dólares, transacción que solo
se permite realizar en divisas, es decir en moneda extranjera.
Resulta curioso
como en medio de la crisis económica que azota a Venezuela, caracterizada por
la falta de medicamentos, alimentos, alta inflación, PIB en descenso, colapso
de los hospitales. etc. La algarabía y la fiesta sigan siendo la constante,
como si nos encontráramos aún en la ya solo recordada bonanza petrolera. Y es
que se ha hecho costumbre en Guanta que ahí se realicen fiestas de alto
calibre, donde los invitados son figuras internacionales de renombre, artistas
nacionales súper reconocidos y una muestra de tarimas, luces, pirotecnia que es
solo enviada por los mas grades hacedores de espectáculos que cotizan grandes
cantidades de dinero y generan gigantescas ganancias.
Pero qué hay detrás
del interés de este supuesto alcalde comunal de Guanta para realizar
celebraciones pomposas, es necesario que la Contraloría y la Fiscalía haciendo
uso de sus funciones investiguen todo lo que rodea a las fiestas, nos referimos
directamente a empresas de contrataciones de artistas, corporaciones que
manejan tarimas, luces, sonido, etc. Y lo más importante dar con quienes
acreditan el manejo de cuantiosas sumas de dinero (dólares) para contratar
artistas. Se calcula que los Carnavales de Guanta 2016 tuvieron un costo que
alcanzó el millón de dólares, a esto le debemos sumar la exorbitante publicidad
en medios de comunicación, ya sean periódicos, televisoras y radios que
promocionan el evento. Sería curioso, triste e imperdonable dar pruebas de que
las festividades son un mero negocio para los gobernantes.
Todo el derroche
pasaba inadvertido hasta que ocurrió la desgracia, cuando el Lunes 18 de
Febrero el ya mencionado Maluma iba a ofrecer su show a los guanteños, y
anzoatiguenses que migraron a la pequeña ciudad producto de que en sus
poblaciones las celebraciones fueron canceladas. Todo marchaba bien, pero
exactamente a las 11:20 de la noche inició el preludio de lo que seria una
noche aterradora. La cantidad de personas era impresionante y las medidas de
seguridad brillaban por su ausencia. El estadio Jesús Rizales estaba abarrotado
de personas, y sus alrededores permanecían rodeados por un inmenso mar humano.
La Policía Municipal de Guanta, Polianzoátegui y la GNB prestaban la seguridad
al evento pero de una manera precaria, ya que no daban abasto para controlar
tantas personas. El desorden, los gritos y los empujones se apoderaron del
lugar, todos deseaban entrar y ver a su cantante, las botellas iniciaron su
vuelo rasante por la multitud, hecho que fue respondido por los cuerpos
policiales con medidas anti-disturbios, que según versiones de los asistentes
al lugar fueron excesivas. Bombas lacrimógenas, perdigones y disparos al aire
provocaron la estampida de almas, donde niños, hombres y mujeres corrían
desesperados a fin de evitar ser golpeados o agredidos. El resultado 60 heridos
y alrededor de 300 detenidos.
Es impresionante como
hace falta que ocurra algo así, para que empecemos a darnos cuenta del estado
de las cosas, del país, de las deficiencias, de como un Alcalde que se hace
llamar Socialista y Comunal aboga por celebraciones elitistas en medio de la
peor crisis. Como tenemos que esperar esto para hacernos miles de preguntas y
para exigir miles de respuestas. Jhonnathan Marín debe responderle a su pueblo
y rendir cuentas ante los ciudadanos no solo de Guanta, sino de Anzoátegui.
Confieso algo,
siempre creí que Jhonnathan Marín se convertiría muy pronto en Gobernador de
Anzoátegui, su juventud, trabajo y fuerza le dieron un giro a Guanta, hay que
reconocerlo, pero siempre el poder transforma a las personas y creo que fue lo
que paso con él. Mucha opulencia, dinero, control, lo convirtió en un hombre
normal, en un político más. Y al decir "político más" queda la
reflexión de como estamos como sociedad, donde un político más, significa una
persona con poder pero no para generar oportunidades y bienestar, sino mas bien
una persona para alimentar grupos, élites y pactar. Así en ello tenga que pasar
por unos cuantos, en el caso de Guanta el alcalde se hace acompañar y rodear
por una camarilla que solo buscan su beneficio, amasar fortuna y tener mucho
poder.
Muchos lideres del
PSUV Anzoategui deben estar haciendo fiesta y lo digo por una simple razón, ese
líder prominente está cayendo, aquel que un día era ejemplo de gestión hoy nos
preguntamos si logrará su reelección y si la Dirección del Psuv buscará su
sustitución. He llegado a la conclusión de que en Guanta, "fiesta
significa negocio", donde no importa la seguridad del pueblo, el disfrute
en familia. Para los dirigentes gobernantes de ese municipio eso no importa, el
negocio está por encima de todo. Y es que este ha sido el inicio de la caída de
un líder que no le importo la falta de hospital en Guanta, la carencias en la
distribución de agua, la precaria situación de muchas viviendas en condiciones
de riesgo. A Jhonnathan Marín lo absorbió la indolencia, su pueblo ha sido
traicionado.
Jesus Bolivar
jesuseduardobolivar@live.com
Escribe para Aporrea
Anzoategui -
Venezuela
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