Han sido demasiados hechos abiertamente
delictivos, o burlando la ley, que el gobierno de maduro, o vaya uno a saber
quien en realidad gobierna en venezuela, ha venido cometiendo desde que la
Nueva Asamblea Nacional se instaló el pasado cinco de enero; esa “n” de nueva
va en mayúscula porque en realidad es la Nueva Asamblea, donde se va
parlamentar, controlar y legislar en función del bien general. Llegaron para
rescatar y retomar la función para la cual existen, representar la voluntad
popular, al soberano, como solía llamarlo el presidente fallecido, a lo menos
hasta que concluyó su primera y segunda votación.
Llama
la atención, entre tantos desafueros, rebeldías y desacatos a la Nueva Asamblea
dos situaciones inexplicables, cuyos instigadores y actores deberían estar en
la cárcel junto a delincuentes comunes; quizá en la de Santa Ana de Margarita,
aunque esa paradisíaca isla y sus habitantes no merece esa cárcel ni la gente
que la ocupa.
La
primera fue el saqueo descarado de los equipos y señal de ANTV, propiedad de la
Asamblea Nacional, que no pueden ser donados, vendidos o permutados porque
pertenecen a la República. Insólito este robo, ni en Nueva Guinea sucede tal
extravagancia delictual, digna de quien la ejecutó. La Nueva Asamblea tuvo que
crear su propio medio con otro nombre, y transmitirá por internet. Esa
televisora no era de Cabello, es del pueblo; y, ni la Fiscal, ni el Procurador,
ni el Contralor, ni el Poder Moral actuaron. Fue una canallada y un delito que
deberá ser enjuiciado en su momento.
La
segunda tiene que ver con la alienación, la condición más degradada del hombre
cuando pierde su identidad, para diluirla en la voluntad del otro. Y tiene que
ver con los beneficiados de la Misión Vivienda a quienes se les ha otorgado el
permiso de ocupar el apartamento que se les ha asignado, siempre que mantengan
su incondicionalidad. Ante un proyecto
de ley de la Nueva Asamblea que
convierte en propietarios a los ocupantes de esas viviendas, estos extraños
seres que usurpan el Ejecutivo han logrado la plena alienación, llevarlos a
manifestar contra de esa ley que les otorgará seguridad y derechos, como en
justicia debe ser. Genocidio espiritual cometido contra la población mas débil
del país.
No hay
que estudiar a Marx, Santo Tomás de Aquino, Marcuse o Mounier, para saber que
esta degradacion solo se ha dado en regímenes totalitarios del pasado como el
nazismo y el comunismo, en la Cuba de los Castro, en la Corea de kim Il Sun, y
en la venezuela de chavez y su banda disociada.
Juan Jose Monsant
Aristimuño
jjmonsant@gmail.com
@jjmonsant
El Salvador
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