DIPLOMACIA A MANDARRIAZOS
Un
canciller no se improvisa. Un Ministro de Relaciones Exteriores no puede
entregársele a cualquiera. La diplomacia es una ciencia y un arte. Hace
doscientos siete años, a propósito de los sucesos del 19 de abril de 1810 nació
la educación para la diplomacia en Venezuela. En las instrucciones dadas por
Juan Germán Roscio a Bolívar, Bello y López Méndez, integrantes de la Misión a
Londres, está la génesis del primer intento por la formación de los
diplomáticos venezolanos.
En
la Historia de la Diplomacia desde los griegos,
romanos, edad media,, la diplomacia de los Papas, la árabe, rusa, china,
francesa, prusiana, inglesa y portuguesa no encontramos ningún Jefe de
Estado que le haya encomendado a algún Canciller el oficio de verdugo. Porque
esta es una persona que ejecuta la pena de muerte, que castiga sin piedad. En
la última reunión del Alba en La Habana en un discurso lleno de cólera y odio
Maduro bautizó a la Canciller Delsy Rodríguez como “la verduga de Almagro”.
Vale
decir “que nos puede pasar que ya no nos haya pasado”. O como ha escrito
Antonio Sánchez García vivimos unos días “de regreso a la barbarie”. Pero ni
Maduro, ni la verduga Rodríguez, son Venezuela. Ellos representan una
diplomacia de infamias, enredos, mentiras, engaño, doblez, intimidación, esa es
la política exterior de un gobierno con respaldos a fuerza de sobornos,
regalitos a países y mercenarios.
El
discurso de Maduro estuvo cargado de imprudencias y de nombrar “la soga en la
casa del ahorcado”. Decirles a los cubanos en su patio que Obama era un malandro,
el presidente norteamericano que posibilitó las primeras conversaciones
directas en más de cincuenta años entre los dos países. Defender a Lula y a
Dilma, cuando justamente Marcelo Odebrecht declaraba en un juicio en Brasil,
los dineros de la corrupción que le había dado a estos mandatarios y a una
fundación del presidente obrero.
Calificar
a Luis Almagro, Secretario General de la OEA, diplomático de carrera, ex
canciller de Uruguay, con los peores epítetos, cuando veintiún países
americanos en Washington lo estaban respaldando y a la vez cuando el ex
presidente izquierdista uruguayo José Mujica salía en su defensa contra Maduro.
Llamar a los países latinoamericanos que suscribieron el informe de Almagro
vendidos al imperialismo, cuando muchos de ellos tienen tratados de comercio
con Venezuela.
Definitivamente
la diplomacia venezolana está en manos del bandolerismo. No hay cálculo,
sindéresis, perspectivas, alcances, parte de premisas falsas. Es una política
exterior e internacional que tiene como base no la negociación, sino la
hostilidad. Es conducida por funcionarios improvisados, militarotes retirados,
izquierdistas con reconcomio, algunas mujeres de dudosa reputación profesional.
La
respuesta de Almagro a Maduro no se hizo esperar y después de lo ocurrido en
Venezuela en los últimos días no podía ser la más certera. Dijo Almagro “Maduro
tiene las manos manchadas de sangre”.
Julio Portillo
julioportillof@gmail.com
@julioportillof
Zulia - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario