Sea
guerra fría o caliente, Rusia y Estados Unidos han vivido épocas de
confrontación y de negociaciones que la historia a registrado y que no vamos a
referirnos puntualmente a ellas, solo diremos en este primer párrafo que en
esta oportunidad la confrontación rusa por el madurismo, en el aquí y el ahora, no es solo contra Estados Unidos, sino que
también lo es contra la mayoría de los países de América y de Europa.
El
gobierno ruso ha tenido una larga connivencia con el actual régimen venezolano
desde los tiempos del difunto Chávez en un raro maridaje entre el sistema
capitalista de Putin y el declarado gobierno comunista de los maduristas. Como
puede apreciarse es una relación definitivamente numismática en la cual el
capital ruso invierte y el madurismo malbarata hasta el grado de no poder pagar
la deuda contraída, pues afinidad ideológica no hay ninguna. Para esta
afirmación bástenos recordar las declaraciones que en contra del socialismo ha
hecho repetidamente el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin.
En
defensa de esos intereses el gobierno ruso ha acusado a Juan Guaidó, de comandar
un movimiento para derrocar a Maduro con el respaldo de Estados Unidos,
olvidando que el Grupo de Lima, la OEA, la ONU y la Unión Europea hacen un solo
bloque afirmando la ilegitimidad del madurismo y la legalidad de las acciones
en prendidas por la Asamblea Nacional venezolana que designó a Guaidó como su
presidente y por mandato constitucional
Presidente Interino por la existencia de un vacío de poder dado el
origen fraudulento del régimen.
Los
voceros de Moscú no hacen sino repetir los argumentos que sin base érica ni
legal hacen los incondicionales usufructuarios de la administración corrupta
madurista. Los escuchamos por boca de Vasili Nebenz represente moscovita en el
Consejo de Seguridad de la ONU. Y lo hizo sin demostrar emocionalmente que los
compartía.
Por
la ausencia de razones valederas, legales y éticas el respaldo ruso a la cúpula
militar venezolana es mucho más limitado que lo que expresa la verborrea
invertida y los espavientos simbólicos del envió de aviones de guerra lo que la
de lo que parece. Moscu ha vendido armas a Caracas y ha extendido sus créditos
a los cuales les puso fecha de vencimiento para su pago.
La
prensa rusa que goza de alguna independencia ha afirmado “Políticas sociales
impopulares, una población empobrecida y crisis económica en un contexto en el
que se lucha contra todo el mundo y políticos… corruptos. ¿Adivinen a qué país
nos estamos refiriendo?".
El
madurismo le debe al Kremlin cerca de US$17.000 millones que aspiran a cobrar
en petróleo, por parte de la empresa energética estatal rusa Rosneft que tiene
acciones en múltiples proyectos con la destruida PDVSA.
Si
los inversionistas rusos encuentran la manera de cobrar sus acreencias no habrá
defensa a ultranza del madurismo por parte de ellos y por ello exploran un
acuerdo político y financiero que conduzca a Maduro a un exilio en la fría
Moscú.
Carlos
Padilla
@carpa1301
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