No
creemos pertinente iniciar esta propuesta con una enumeración repetitiva del
diagnóstico de los males que nos aquejan que ya son conocidos y sufridos por
todos quienes vivimos en esta tierra que amamos y por la cual estamos
dispuestos a dar todo lo que podamos hasta el último de nuestros suspiros sin
perder ni por un minuto nuestra inquebrantables esperanza y la fe en la recuperación de una autentica
república democrática con la participación de todos los ciudadanos para un
gobierno limitado, descentralizador, respetuoso de las libertades y en el marco
de las leyes que nos posibiliten vivir con bienestar y libertad.
Sin
ambages ni cortapisas declaramos que tenemos un compromiso con la salida
pacífica, constitucional, democrática y electoral de la crisis que nos castiga,
todo ello dentro del camino indicado por La Asamblea Nacional reconocida
nacional e internacionalmente como la única autoridad legítima en la búsqueda
del cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Todo
ello siempre y cuando no ocurran situaciones sobrevenidas que enturbien las
aguas de las vías democráticas y nos obliguen a tomar cursos de acción diferentes
a los enunciados.
Si
creemos, como lo hacemos, en la fuerza y resolución de nuestros conciudadanos
no debemos apelar a otra solución de la crisis que sufrimos más que una vía
pacífica, democrática y electoral mediante un referendo consultivo tal como
está pautado en el Artículo 71 de la Constitución vigente y por la vía de la
iniciativa popular, la cual implica la recolección del 10% de las firmas de los
electores inscritos en el registro electoral y civil.
La
pregunta que se le formularía a los ciudadanos, en espera de su respuesta
validadora mediante su voto, sin más requisito que la presentación de su
documento de identidad, sería: ¿Está de acuerdo con la convocatoria de
elecciones generales en la que se escojan la totalidad de las Autoridades
Nacionales, regionales y municipales?
Todo
ello mediante la premisa que dicho proceso sería organizado, dirigido y
supervisado por los órganos especializados en materia electoral de la
Organización de Estados Americanos, la Organización de las Naciones Unidas, La
Unión Europea y con el apoyo logístico y técnico de instituciones nacionales e
internacionales de indudable idoneidad e imparcialidad.
Esta
propuesta, que sabemos se ha hecho pública, palabras más y palabras menos, por
reconocidas instituciones nacionales y por ciudadanos de reconocida raigambre
democrática, la hacemos nuestra con la pretensión de que sea acogida por nuestros
conciudadanos como una salida en el marco de paz, bienestar y libertad que
todos anhelamos.
Carlos
Padilla
@carpa1301
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