Se
trata de justificar, de forma positiva o incluso natural, la imposición de un
pretendido nuevo liderazgo internacional a través de todo tipo de artimañas que
incluye el asentamiento de regímenes autoritarios, la presunta inoculación de
virus con fines político-económicos, el uso de tecnologías convencionales para
espionaje, así como de las redes sociales, entre otras villanescas acciones. A
todo esto, se le quiere brindar estatus “ideológico” cuando no es más que
grotescos intereses que van desde los personales, de élites y gubernamentales.
Lo
hemos dicho, no importa a qué corriente pertenezcan las ideologías políticas,
todas son perversas y van juntas de la mano. No importa sean de izquierda,
derecha, centro o vario pintas, todas buscan únicamente justificar el
sostenimiento de una élite política en el poder, que luego se transforma en
élite económica, así ha sido y será siempre el mundo mientras que las
ideologías continúen idiotizando a los ciudadanos.
Bajo
esa premisa, hoy se pretende “cambiar de amo”, es decir, sustituir la
“hegemonía” de las potencias occidentales para abrirle paso a China, a Rusia y
demás naciones con regímenes alejados de la democracia, depredadores
ambientales, violadores de derechos humanos, fábricas de malignas “deidades”
políticas, cuya transversalidad es que se apoyan unos a otros. Por ello,
apreciamos que los zombies del “Nuevo Orden Mundial” pregonan
borreguísticamente la vacuna china o rusa contra el covid-19, no la inglesa ni
la estadounidense. Migrar de Whatsaap a Telegram, de Twitter a Parler, de
Youtube a Rumble, etcétera.
Siempre
mostramos como ejemplo de desideologización a la Europa nórdica, donde los
términos políticos derecha o izquierda son meramente nominales, en la práctica
la sociedad civil y la política solo abordan las necesidades reales de la
población en el contexto económico de la economía como ciencia, por ello
exhiben una calidad de vida envidiable. Esta vez quisiéramos aupar a los
japoneses.
La
nación nipona recibió dos bombas atómicas y su meta nunca fue vengarse en el
plano bélico, Japón se encerró en sí misma para desarrollar su educación, su
ciencia y tecnología, en pocas décadas retornó al contexto internacional hecha
una gran potencia ¿Por qué no hacer lo mismo?
No
se trata de defender a “los amos actuales” ¡No! se trata que los ciudadanos
pensemos como nación, que hagamos de la política una herramienta para la
calidad de vida, no un entretenimiento ni una maquinaria defensora de un
estatus quo… se trata de superar a las malignas ideologías, de ver a los
políticos y gobernantes en general como lo que son, empleados públicos nunca
como líderes supremos ni deidades inobjetables. Se trata de superar las
ideologías y disfrutar del pragmatismo político, donde un gobernante que
incumpla sus funciones debe ser depuesto para abrirle paso a los capaces, con
alternancia en el poder y con irrestricto respeto a la ley, a los principios
democráticos.
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
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