El
nuevo camino que han tomado los adversarios al régimen está dirigido a explorar
las posibilidades de llegar a acuerdos, palabras diabólicas para muchos, con la
idea de dirimir las diferencias en las mesas electorales con la finalidad de
buscar un escape para salir de la crisis. Crisis que tiene sumida en la pobreza
a más de 85 % de los venezolanos. Recordemos que antes, la oposición buscó la
salida del régimen de Nicolás Maduro en las calles, con participación de varias
centenas de miles de personas. Los saldos fueron perjudiciales: centenas de
muertos, apresados, torturados, perseguidos y exiliados. Unas de las causas del
fracaso de estas manifestaciones públicas, que hoy añoran algunos que entonces
las criticaron fuertemente, se produjeron porque para ese entonces las fuerzas
democráticas no tenían el apoyo de la comunidad internacional que hoy tienen.
Sin embargo, hay que considerar el hecho de que ese respaldo extrafronteras es
consecuencia de aquellos sucesos sangrientos, de aquellas protestas; no fueron
improductivos a pesar del elevado costo. Ese respaldo de los países extranjeros
más poderosos no es hoy de la misma intensidad, ni de la misma determinación de
echarlos del poder, aunque se mantiene vivo el apoyo por la libertad a través
de otros métodos.
En
contraposición, hoy no gozamos de unidad, de coherencia ni de los vínculos de
aquellos días. Hoy estamos polifracturados, errantes, sin rumbo, como gitanos
moviéndose entre subgrupos. De subgrupos, sí, son subgrupos porque estos están
incluidos en otros grupos menos numerosos que pretenden actuar de manera
independiente y participar en las elecciones de gobernadores sin siquiera
tomarse la molestia de hacer el esfuerzo de exigir garantías y paridad para
participar en ese proceso electoral que con toda seguridad se realizará este
año. Pienso que allí juegan muchas cosas al mismo tiempo, como, por ejemplo:
atrevidas ambiciones personales, presión para que se les abran espacios de
participación, intenciones malsanas que llegan al extremo de preferir el
triunfo del régimen y el daño a la contraparte interna…
Me
atrevo a predecir, echando las cartas, sin temor a equívocos, que aquellos
precandidatos o candidatos a esta aventura llena de traiciones y osadías
desesperadas, significaría la muerte política de algunos de ellos que pudiesen
tener un futuro promisor más adelante. Se achicharrarán infructuosamente en el
florecimiento …algunos estando aún en la vida intrauterina…
Finalmente,
y continuando con las adivinaciones, es tan evidente lo que puede ocurrir en un
escenario que además de las faltas de garantías, sin unidad, sin la
participación del grueso opositor, aquí incluyo a la sociedad civil que es más
estricta en este punto que los mismos partidos políticos, sencillamente los
candidatos del oficialismo se impondrán de todas maneras. De resultar alguno de
oposición electo, será un esclavo servil, sin derechos propios, sometido de
manera absoluta al dominio de otra persona, Nicolás Maduro, quien será su dueño
y señor… Entre lo más deshonroso del hombre está curvarse…
garciamarvez@gmail.com
@RgarciaMarvez
Venezuela
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