Ante
todo, ¿de qué estamos hablando? Pues, nada más y nada menos que de los
acontecimientos socio-económicos que, a corto y mediano plazo, puede generar la
visita del presidente norteamericano a La Habana. Indudablemente, que la
susodicha visita ha traído opiniones muy diversas y encontradas sobre su
conveniencia a no; pero, lo cierto es que la misma se produjo.
Del
viaje de Obama a Cuba, únicamente puede preverse el desarrollo de un cauteloso
incremento en el comercio entre ambos países; así como un cierto interés del
gran capital norteamericano para invertir en la Isla. Es decir, los ecos de la
visita presidencial, fundamentalmente, deben ser analizados desde la óptica
económico-social.
Obama y Castro luego de la rueda de prensa. Castro intenta levantarle el brazo a Obama, sin éxito.
Efectivamente,
la delegación que acompañó al presidente, estuvo formada por miembros de su
gabinete, algunos legisladores y un grupo de empresarios norteamericanos, y
cubano-americanos. Pero, ¿qué resultado podemos esperar de las inversiones
estadounidenses que puedan realizarse en Cuba?
Depende.
Si pensamos en el interés del oficialismo castrista, indudablemente que dichas
inversiones serán muy beneficiosas para llenar sus ya rebozadas arcas.
Si
miramos la conveniencia de los inversores estadounidenses; entonces, en primer
término, se requiere el análisis de los riesgos que implicarán dicha gestión.
¿A que se enfrentan los posibles inversionistas norteamericanos? A padecer los
avatares de invertir en un país carente de Estado de Derecho. Es decir, a poner
sus inversiones en manos del arbitrario sistema que establece la Ley de
Inversiones extranjeras cubana, Ley que su articulado establece más riesgos que
beneficios para los inversores. ¿Beneficios? Contar con mano de obra
calificada, barata y carente de toda protección legal.
Y,
¿Qué es lo que queda para el pueblo cubano? Muy poco de bueno. Por ejemplo:
La contratación se
efectuará por medio de las entidades estatales autorizadas al efecto.
La remuneración que
recibirá será apenas de un 25 a un 30% del valor real que devengue su labor
técnico-profesional. En otras palabras, se oficializará su condición de mano de
obra esclava.
Continuará controlado
por los “factores”, es decir, por el Partido Comunista de Cuba (PCC), los
sindicatos oficialistas, y demás engendros que componen la “sociedad civil
revolucionaria”.
Devengará un mayor
salario, aunque nunca será equivalente al que se paga en los países
occidentales.
Se endurecerán, aún
más, los requisitos de visado establecidos para que los cubanos puedan emigrar
a los EEUU.
Desde ya se le puede
decir adiós a la Ley de Ajuste Cubano.
Image result for
fotos de paladares cubanosPero, ¿Y los exitosos cuentapropistas que poseen los
lujosos Paladares? No vale la pena referirse a ello. Todos sabemos que los
altos dirigentes oficialistas son los
reales dueños de dichos negocios.
Como
vemos, al menos desde mi perspectiva, los últimos movimientos políticos
efectuados desde la Casa Blanca y el Palacio de la “Revolución”, no
beneficiarán en nada al “cubano de a pie”; por el contrario, lo sumirán en un
limbo socio-económico-político, avalado por el reconocimiento de la mayor
democracia global: los Estados Unidos de América.
Entonces,
¿todo está perdido? ¿Qué hacer? ¿Existe alguna alternativa viable que pueda
beneficiar al “cubano de a pie”? Desde mi punto de vista, si. Debemos aprender
a buscar, a identificar y a aprovechar cualquier resquicio que permita
trasmutar la oscuridad en luz.
Image
result for fotos de cuentapropistas cubanos¿Cómo hacerlo? Brindando a los
cubanos de la calle la posibilidad de convertirse en auto gestores o
empresarios realmente independientes, capaces de trascender los puestos de
café, refrescos sintéticos, croquetas y pan con tortilla en cadenas de negocios
altamente productivos.
Indudablemente,
este propósito no será nada fácil de establecer en un país absolutamente
controlado por la dinastía Castro; pero, al menos vale la pena intentar hallar
una Ruta alternativa para remediar la
endémica miseria que el pueblo cubano ha padecido por décadas.
Este
será el objeto del próximo trabajo.
Gustavo
Pardo
masonhabana78@yahoo.es
@GustavoPardo18
Estados
Unidos
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