Las gigantescas e
interminables colas para adquirir alimentos, medicinas o cualquier otro
producto, es un espacio, una especie de Ágoras atenienses para meditar, para
pensar y discutir sobre las razones de semejante humillación. Para reflexionar
con la rabias contenidas por los fusiles de las Guardia Nacional Bolivariana y
las Glock de las policías igualmente bolivarianas. Porqué esa afrenta a la
pobreza en un país lleno de riquezas con una población paupérrima, hambrienta,
que muere por falta de un medicamento o de dinero para adquirirlo, no es verdad
que se acostumbró como el pueblo cubano a las filas y no les queda tiempo para
más nada. Por el contrario ahora es cuando más dispone de horas y horas para
meditar exhaustivamente de su futuro y el de su familia.
El pueblo que votó el
6D está ahí porque no hay razones para estar en otro lado, ni para mudarse, ni
para regresarse según sea el caso. Lo que sí es evidente es que el venezolano indistintamente de la clase
social o económica de la que forme parte coincide en la necesidad de la salida
de Maduro del Gobierno, en el cambio radical político del sistema antes que
cualquiera elección, ejemplo, la de los gobernadores de Estado, por ejemplo.
Para cerrar el
círculo, no es verdad que el pueblo esté desencantado o se sienta defraudado
después de los resultados del 6 de diciembre. Lo que sí espera con impaciencia
es que los sectores democráticos tomen la determinación para avanzar sobre ella
y lograr cristalizar el triunfo del 6D que no es otro, repito, que la salida,
se llame revocatorio, enmienda o constituyente, que por cierto a última hora
ésta va tomando espacios.
No solo el Gobierno
se encuentra ayuno de afecto, de respaldo, sino que las fuerzas del chavismo,
el Partido Socialista Unido de Venezuela, se hallan en una total orfandad. Sin
activistas políticos que no sean mercenarios, lo que les ha llevado a un hecho
que quizás para algunos ha pasado desapercibido, la decisión del ex ministro Miguel Rodríguez
Torres de ir en su rescate y asumir la dirección del partido creado por Hugo
Chávez.
A diferencias de
otros disensos, como Giordani, Héctor Navarro, Nícmer Evans y Anaelisa Osorio
quienes denunciaron la corrupción más nauseabunda en la historia venezolana, ciertamente, pero
hasta ahí nada más. Por el contrario la determinación Rodríguez Torres es dar
la pelea dentro del partido rojo para desplazar de sus cargos a la actual
dirigencia responsable de la estruendosa
derrota del 6D y de la ausencia de liderazgo.
Es decir, para
terminar, que el esmirriado Nicolás Maduro y sus adláteres ahora tienen
prendido, como si no tuvieran candelas que apagar, otro incendio, mejor dicho
un mechurrio que ni el más fuerte aguacero puede apagar y para mayores males
dentro de su propia casa lo que profundiza la crisis.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Carabobo - Venezuela
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