ENTRE CIELO Y TIERRA
Los “opositores” al régimen se han aferrado a la validación de los
partidos y se les va la vida en ese ejercicio que, entre risas, activaron “Las
Brujas de Eastwick” con poder electoral, más el otro, para jugar un rato y
hacer ver la ficticia “democracia” en el
país.
El complot es sabido por todos y ha servido, menos por los que se hacen
idiotas, para entretener y entretener. Ha sido así desde que el régimen captó
que invocando la Carta Magna, cada minuto, horas y días, estrujando las manos
como el brujo del cuento, con medidas macabras, aumentan los seguidores y el
miedo, especialmente el miedo si llegara a producirse una respuesta colectiva
con presión y sin “razón”.
No es que los venezolanos nos acostumbramos a las ayudas de los
políticos para mantener el rating. Hay que reconocer que abundan los
venezolanos golilleros que si les dan, se colocan donde hay. Es la razón por la
que el país vive en una fiesta nacional del reposerismo activo, ya que
trabajando o no, siempre tienen su “ayudita”, aunque no sirva para mucho en
estos tiempos de hiper inflación. Pero como diría el reposero mayor: ¡Eso es un
jamón!
Es vergonzoso reconocerlo, pero Venezuela ha volteado todos sus valores
morales y lo que impera es la vida fácil y de gratis, sin esfuerzo, ¡Ponme
donde hay! Está más contextualizado hoy, al igual que esta cosa mal llamada
gobierno, sin tener raíces propias,
solamente se merece como la impronta del tuerto negado a ver la realidad y
administrar lo que le conviene.
En esa conveniencia y comodidad han caído los opositores y oficialistas
del momento. Un experto en tecnología y marketing puede pensar que se trata de
individuos medio idiotas, que intentan liberar del yugo comunista a toda una
comunidad empobrecida, mediante las redes sociales.
Abrir un texto de nuestra historia con los personajes que libraron
batallas a brazo partido, hoy no produce satisfacción por su heroísmo, más bien
produce lágrimas de tristeza. Solo imaginar cómo un hombre, pequeño de
estatura, con una inteligencia tan grande, pudo conquistar cinco naciones sin
tener Whatsapp, Twitter y Facebook. No me lo imagino chateando. De haberlo
tenido, estuviéramos aún bajo el yugo español, con Zapatero incluido. Simón
Bolívar sabía lo que era validar a un país. Si argumentan que hizo política de
escritorio solo fue para escribir y firmar proclamas y decretos.
Pasearse por la historia de la conquista de América, por un hombre
acompañado de un ejército de coraje y patriotismo, nada que ver con el
actual, jugándose la vida para liberar a
los pueblos, es una hazaña irrepetible. Así lo reseñan algunos historiadores:
¿Quién hubiera previsto que ese niño “huérfano de padre a los tres años,
huérfano de madre a los nueve, y viudo a los 20”, libertaría a cinco naciones?
El Libertador medía “un metro con sesenta y cinco. “Hablaba con la
cadencia y la dicción de las Islas Canarias, y con las formas cultas del
dialecto de Madrid”. Simón Rodríguez fue su mentor y a su lado comenzó a leer a
los románticos en su juventud. Bolívar era muy acaudalado, su fortuna personal
“se tenía entre las más prosperas de las Américas”, gran parte de ella la
“gastó en la guerra de la independencia”. Murió pobre, detestaba la corrupción,
mientras José Antonio Páez murió siendo rico, sin tener fortuna familiar. Qué
raro no haber dicho, en su caso, que ser rico es malo.
Al leer estos detalles fácilmente podemos apreciar y comparar que el
socialismo de hoy no sirve para nada. Bolívar no ayudaba a los pobres para
enriquecerse, sino para servir.
Sigo leyendo y me encuentro con un vaticinio del General: “El 4 de julio
de 1817 “el General tuvo que pasar la noche junto con un grupo reducido de
oficiales para ponerse a salvo de las tropas españolas que estuvieron a punto
de sorprenderlos en descampado. Ese día lanzó una profecía que se cumpliría al
pie de la letra, sobre todo lo que iba a hacer en el futuro: la toma inmediata
de Angostura, el paso de los Andes hasta liberar a la Nueva Granada y más tarde
a Venezuela, para fundar Colombia, y por último la conquista de los inmensos
territorios del sur hasta el Perú.”
No se podría escribir de otra manera las glorias del Padre de la Patria,
como fue bautizado con justa reverencia. No tuvo en contra una ley mordaza ¿Se imaginan lo que se podría decir ahora de
los “dueños del patio” que tenemos? ¿Cómo hacerlo o decirlo? Por ejemplo hoy
habría que validar las Empresas Básicas, el Arco Minero, PDVSA y el Banco
Central de Venezuela.
Mientras el Libertador construía la Patria en un siglo, Venezuela ha
pasado 18 años derrumbando lo que tanto le costó esfuerzo a Simón Bolívar. Hoy
atormenta la frase: “la ignorancia como instrumento ciego de nuestra propia
destrucción”. Desde tal óptica, convendría actualmente validar el país con sus
empresas y no a los partidos políticos para entretener a la población y
seguirles el juego a “Las Brujas de Eastwick”, más el otro. (Recuerden la
película)
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
Nueva Esparta - Venezuela
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