sábado, 30 de enero de 2016

FERNANDO FACCHIN B., LA INCAPACIDAD MORAL

El agotamiento de un modelo político de equivocada orientación ha dado como resultado una profunda crisis del Estado y de gobernabilidad, donde el régimen se ha convertido en obstáculo para el desarrollo equilibrado de un Estado de Bienestar como el previsto en la Carta Magna, en consecuencia, existe una doble crisis creada a conciencia, por incapacidad moral de un modelo político equivocado y cuya responsabilidad, en su magnitud, es directamente proporcional a la responsabilidad  presidencial, Art. 232 CRBV: “El Presidente o (…) de la República es responsable de sus actos y del cumplimiento de las obligaciones inherentes a su cargo…” 

La crisis deviene en una crisis de legitimidad de la presidencia lo cual ha degenerado en una crisis política, económica, social, moral y de seria inequidad social, producto de una grave disfuncionalidad institucional para acometer la promoción de programas para el desarrollo humano sostenible y dar solución a la problemática nacional, cuyas consecuencias contraviene el espíritu y razón de la CRBV debido a la incapacidad política, moral e intelectual de quienes dirigen y han erosionado absolutamente el sistema de bienestar de país, profundizando la tendencia al individualismo gubernamental y la fragmentación social, lo que debilita la seguridad y la estabilidad que deberían proporcionar las instituciones en su conjunto,  haciendo que la ciudadanía pierda su confianza en el régimen.
El modelo político/económico del régimen es precario y vulnerable, programas mal definidos, confusos sin requerimientos técnicos y propensos a la corrupción,  sujeto a la variabilidad de los caprichos ineficientes del presidente y sus carencias intelectuales y políticas y de sus cómplices solidarios. 
La crisis de gobernabilidad democrática afecta el desempeño de las instituciones del sistema político y a la inversa, si las instituciones no son eficientes, la gobernabilidad se ve disminuida y los problemas se prolongan y agravan  en el tiempo creando ambientes de alta incertidumbre e inestabilidad en todo sentido y, especialmente, creando una crisis hegemónica de alta peligrosidad, por cuanto la crisis de gobernabilidad lleva implícita el fin último de la moral política, perdiendo la capacidad de armonizar los intereses sociales colectivos y se rompe la cohesión social.
Ante lo narrado, asistimos a las postrimerías de un ejercicio presidencial marcado por la inmoralidad política,  el autoritarismo y la corrupción, sin olvidar los casos de violación de derechos humanos por un gobierno desgastado y con marcada infracción a los principios constitucionales, especialmente, a los principios morales del estado. 
La CRBV tiene en su texto una noción amplia de las responsabilidades gubernamentales y el castigo a aquellas conductas contrarias a la normativa constitucional.   ¿Habrá  incurrido el régimen en incapacidad moral?  Este tema lo trataremos en la siguiente entrega.
Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin

Carabobo - Venezuela

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