La debacle del
régimen y la firmeza con que se han llevado las decisiones en el seno de la
nueva Asamblea Nacional (AN), ha crispado los ánimos de los jerarcas del PSUV,
llevándolos por los caminos espinosos. La lengua no es contenida por el
pensamiento, ya que allí no existe tal cualidad, y se demuestra en cada
intervención que hacen ante los medios de comunicación.
Llaman analfabeta al
ciudadano que hoy no les apoya, pero ayer le llamaban el soberano. Desencajan
cuando ven que se está aprobando proyecto de Ley que otorga propiedad de
viviendas a los residentes, les da escalofrío, convulsionan. Se les termina la
pretensión de manipular de por vida, con el falso cacareo de la propiedad
social.
Cepillarse los
dientes, vestirse, enfermarse, alimentarse, son los culpables del
desabastecimiento. El régimen culpa con descaro a los ciudadanos de no haber
permitido la activación del aparato productivo socialista siglo XXI.
Anuncian que la
inflación no existe, es un imaginario de la oposición para afectar
psicológicamente a la gente. Las colas son producto de la movilización que a
diario realizan los imperialistas en acuerdo con los comunicadores sociales,
para transmitir falsas informaciones a la sociedad.
El régimen cacarea
con el tema de la inseguridad, indicando que las armas, están en manos de los
adversarios políticos. Se les acusa de generar incertidumbre y desconcierto en
Venezuela en acuerdo con factores externos. La práctica de tiro realizada por
algunos privados de libertad (los privilegiados) en el Penal de la Isla de
Margarita evidencia lo contrario.
El régimen no termina
de asumir la derrota del 6D, y amenaza permanentemente a la nueva AN. Ahora les
dicen que “dejen quieto al que está quieto”, insinuando que los militares
apoyan lo que hace el oficialismo. ¿Están de acuerdo con el desastre generado
en el país, por la cúpula podrida del socialismo siglo XXI? Amanecerá y
veremos.
La crisis humanitaria
es estremecedora. La AN aprobó informe
para que el régimen-por ahora en funciones- apruebe la emergencia en la salud,
de no hacerlo y ante la cantidad de muertes y padecimientos a la que está siendo
sometida la sociedad, no queda otra que aplicar lo establecido en la
Constitución Nacional, y si hubiere funcionario alguno que actuará en contra de
la misma, se debe aplicar el peso de la justicia sin miramientos ni dilaciones.
La responsabilidad es
de cada quien. Bien dijo en su momento Indira Gandhi “hay que vigilar a los
ministros que no pueden hacer nada sin dinero y aquellos que quieren hacerlo
todo sólo con dinero”. Eso es ignorancia.
Josue Arturo Molina
Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira - Venezuela
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