La gravedad de la situación obliga a un llamado
sincero de concertación nacional que involucre a todos los sectores y factores
productivos y políticos del país para acordar soluciones a corto, mediano y
largo plazo. Pretender enfrentar la emergencia económica sólo desde la
perspectiva limitada y sesgada de carácter ideológico, hace predecir el fracaso
de esa iniciativa que es vital para lograr la estabilización y recuperar la
senda del crecimiento económico. Buscar el aval de la Asamblea Nacional sólo
con el interés de centralizar y dejar en las manos exclusivas de un poder
ejecutivo que ha demostrado su irresponsabilidad y su incapacidad en la gestión
de políticas públicas es una locura. Las soluciones que requiere la actual
situación nos compete a todos y no sólo a un grupo que ande buscando la excusa
conveniente para soslayar nuevamente su responsabilidad histórica.
La exclusión del sector privado y su capacidad de inversión
para fortalecer la diversificación del aparato productivo interno, así como el
acoso y la aplicación de normas inconstitucionales desestimulantes de la libre
iniciativa privada, ha llevado al país a niveles indeseables de dependencia
económica centrada en la actividad petrolera, cuyos niveles de producción y
precios escapan de la gobernabilidad por parte de la nación venezolana.
La salud económica del país exige una mayor
producción de bienes y servicios internamente, la generación de más y mejores
empleos, el uso racional de la tecnología, el conocimiento de los complicados
mecanismos de los mercados internacionales y la aplicación de programas
permanente a nuestro recurso humano, en un ambiente de seguridad personal,
patrimonial y jurídico. Sólo así se podría garantizar una mayor productividad
de los factores de producción utilizados para impulsar el crecimiento económico
armónico y sostenido que sirva a su vez de soporte a la ejecución de programas
sociales dirigidos a los sectores más desposeídos de la población.
Es tiempo de cordura, de sensatez, de sensibilidad
y verdadero amor por la patria, antes que la crisis adquiera dimensiones
humanitarias. Es urgente construir una verdadera concertación ante las
circunstancias que nos afectan y nos amenazan. Es necesario un ánimo de
reflexión profunda en función del interés nacional. Esta será una tarea
compleja y exigente para atender el devastador impacto si no se logra un cambio
de rumbo en el país a tiempo. Creemos en la capacidad de los venezolanos de
buscar caminos exitosos para salir adelante y hacia allá deben estar dirigidos
todos nuestros esfuerzos.
Neuro Villalobos
nevillarin@gmail.com
@nevillarin
Zulia - Venezuela
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