El martes 4 de febrero de 1992, ocurrió un gran
suceso en el devenir de la historia
política venezolana, amaneció de golpe, el país en lo adelante ya no sería el
mismo.
Un grupo de oficiales del ejército integrantes de
una logia conocida como el “MBR200”
“Movimiento Bolivariano Revolucionario 200,”
imbuidos algunos de ellos de la ideología política comunista, y solapados tras los pensamientos de Simon Rodríguez, Zamora,
y, de una presunta e inexistente
doctrina bolivariana, llevo a cabo esa
sangrienta intentona golpista en donde
se involucraron 5 tenientes coroneles,
14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101
sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados.
La asonada fue
una crónica anunciada contra
el segundo gobierno del presidente constitucional Carlos Andrés
Pérez, revuelta que culminó con la su
rendición. Sin embargo, este suceso transformó radicalmente el escenario político venezolano, así
como introdujo nuevos actores y
elementos ideológicos en la vida política nacional. Seis años más tarde, uno de sus cinco
protagonistas, Hugo Chávez, que
era una consecuencia con todos los vicios y ninguna de las virtudes del régimen anterior, liderando la esperanza
de un país, en medio de una profunda crisis política y económica-fiscal
nacional en que habia concluido el
régimen de partidos, tras 40 años de haber detentado el poder, logro acceder a
la presidencia de la república.
Una vez que
accede al poder en 1999, utilizando los mecanismos pautados en la Constitución vigente de 1961, Hugo Chávez inicia un vuelco radical en lo
ofertado en su campaña electoral de
“reconstruir el país con el concurso de todos” , y guiado en lo adelante de la mano de los Castro, quienes le ofertan garantizarle el poder, comete la más grande
traición a la patria como fue entregar la soberanía nacional a los Castro y de
inmediato y para esos fines corrompe y
compromete individualidades castrenses.
Simultáneamente inicia una política de expropiación
nacionalización y estatificación manus
militaris, de empresas industriales y agrícolas, bancos, empresas del sector de hidrocarburos, químico, productores
y distribuidores de electricidad, empresas cementeras, telecomunicaciones y
telefonía celular, distribuidores de alimentos, siderúrgicas, etc. Y se
transforma, utilizando empresas
cubanas de intermediación, en el gran importador y abastecedor del sector
privado, además de empresario en áreas automotriz, creando una insostenible nómina de empleados públicos y de comisarios políticos que alcanza al 40% de
la población activa; es decir, sustituye
al emprendedor sector privado por la
una burocracia ineficiente y corrupta
.
Cuando Chávez
accede al poder en 1999, el gasto publico era el 23% del PIB, que es el
gasto del gobierno o el costo
causado por el funcionamiento del Estado De inmediato en una acción populista sin precedente y lo
lleva a 50% del PIB. A la fecha PDVSA y asociados producían 3.5 millones de
barriles diarios, y los planes de la época rigurosamente proyectaban la industria en perspectiva de producir 5
millones de b/d en apenas siete años, hoy, tras
16 años, con una PDVSA desmantelada y sus asociados
escasamente producen 2.6 millones.
El capital perdido, en tiempo y en
renta petrolera se aproxima los U.S. $ 40 mil millones. Paralelamente y
cumpliendo órdenes de la Habana, saco al país
del “Grupo de los tres”: Colombia, México, y Venezuela, que representaba
un proyecto de integración para unos 200
millones de personas; y puso a Venezuela
fuera de la CAN, un proyecto de
40 años de personas de integración
económica con los países del grupo
andino, y de esta manera liquido una
balanza comercial superavitaria con Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia que rondaba los
U.S.$ 8000 millones y pide su ingreso
al Mercosur. De tal manera, que en estos
16 de demolición del país y de destrucción de la economía de mercado para imponer el modelo
económico comunista, soportado en un
ingreso fiscal histórico que alcanzo
cerca de 1.billon480 mil millones de dólares americanos, el régimen manipulo esa renta fiscal para
descapitalizar al capital privado y poder apoderarse de los medios de
producción hasta llevarnos a la ruina absoluta, encaminando su persecución contra los grandes, medianos y pequeños empresarios,
en todos los sectores de la economía nacional.
La descapitalización económica ordenada por los Castro se transformó en el eje de la intervención
del Estado en la economía, y constituyo
una política pública deliberada, que se
soportó en los incuantificables recursos petroleros –fiscales y el petróleo pago la factura. El recursos fiscal petrolero, ya en sus manos,
le financio un régimen cambiario corrupto que en 16 años, devaluó la moneda de 560 Bs/$ a 6.3
Bs/$ luego de darle la vuelta con tres
ceros a su derecha. Régimen cambiario
que le permitió fugar impunemente a través de Cadivi-Cencoex-BCV-PDVSA la monstruosa suma de 360 mil millones de
dólares americanos entre el 2007 y el 2015. Como legado de estos 16 años de orgia, de anarquía y
narco oprobio, tenemos un país
hambreado, enfermo quebrados
fiscalmente, destruido su aparato productivo,señalados sus más altos
dignatarios cívico militares narcotraficantes
y al borde de una implosión social
inminente de magnitud impredecibles. Solo es cuestión de tiempo. Alea
jacta est
Jose Eduardo Guzman
Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
Anzoategui -
Venezuela
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