Es ya un lugar común,
voz populis, decir que a este gobierno se le acabó el tiempo. No tiene mañana.
En todas partes, en todos los corrillos, en todos los medios de comunicación,
en los partidos políticos, incluidos los del GPP, en las inmensas colas para comprar lo poco que se
consigue, en bares, restaurantes casas de familia, la conversa obligada es
cuándo se acaba esto, cuándo cambiamos de gobierno, cuándo renuncia el
presidente. Ya hemos visto en algunos sitios pintas que nos recuerdan,
guardando las distancias y qué distancias, aquello de RR (Renuncia Rómulo),
pero ahora es RM (Renuncia Maduro).
Es que realmente la
situación del país, en todos los órdenes, se ha hecho inaguantable. Nada
funciona, nada sirve, nada se consigue. Muertos, atracos, secuestros, saqueos,
redadas de OLP, espectáculos horribles en las cárceles. Hospitales sin insumos
ni equipos, supermercados con los anaqueles vacíos. Farmacias sin medicinas.
Bachaqueros haciendo su agosto. Precios por las nubes. El innombrable rompió la
barrea de las tres cifras. Las estimaciones de organismo especializados,
nacionales e internacionales, lo que presagian es mucho peor de lo que vivimos
en el 2015. Cada día son más los casos de corrupción gubernamental que se
denuncian en los medios. Los poderes controlados por el Ejecutivo cometiendo
graves errores que indignan a la mayoría de la población. Irrespeto y trato desconsiderado hacia la
legítima Asamblea Nacional. Y el gobierno con la misma cantaleta. Que si la
guerra económica, que si el Imperio, que si la derecha maltrecha, que el otro
menos yo. 9 motores, 50 mesas. Reuniones con unos tales “empresarios” y cadenas
y más cadenas. Y rotación de ministros, más presidencias y ministerios, más
viceministerios. Y las caras nuevas, muy pocas por cierto, nadie sabe de qué
caverna salieron. Así las cosas, con un presidente que no aterriza, que no se dé
cuenta de lo que está pasando, del desastre nacional, de la olla de presión que
ya está a punto de reventón, no sabemos si por ignorancia o aposta, lo que se
infiere, como ya dijimos que es clamor nacional, es que la única salida es que
el presiente renuncie. Que se vaya, Que se haga a un lado para que se pueda
comenzar a resolver la grave situación del país. Tirios y troyanos, montescos y
capuletos, están totalmente de acuerdo. Dicen que El Vaticano, Cuba, USA, la
OEA, la ONU, la UE, CELAC, Mercosur y Raymundo y todo el mundo están
conversando el tema. Solo falta decidir el cómo y el cuándo. Carnaval a la
vista.
Muchos hablan de
horas o semanas, febrero siempre ha sido un mes de acontecimientos, los menos
optimistas alargan a algunos meses. Lo que si es que la decisión hay que
tomarla antes de que se acabe con lo poquito de país que nos queda. La
Constitución, esa que se supone es la mejor del mundo, no señala con claridad
cuál es la salida ante esta gravísima crisis. Muchos ahora entendemos lo del
negro porvenir. Aristóbulo pícher relevo.
Iván Olaizola
D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
Miranda - Venezuela
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