Don Valentín de
Ribas, uno de los hermanos mayores del heroico general independentista José
Félix Ribas, fue regidor perpetuo del Ayuntamiento de la ciudad de Caracas y
meritorio servidor de la Corona. Juzgaba su conducta a favor del Rey como una
muestra de: "lealtad, amor y celo" al momento de solicitar merced del
mismo. Podía dar cuenta, como en efecto lo hizo, de la hidalga tradición de sus
ancestros quienes: "desempeñaron los empleos militares y políticos, en
servicio de la Monarquía, no menos que la conducta con que he llenado mis
deberes", en diversas circunstancias, y, en particular, durante la
sublevación de Caracas que anunciaba las inconformidades de aquella sociedad
colonial.
Señalaba poseer una:
"propensión innata o hereditaria al servicio de las armas" que había
caracterizado a varios de los suyos, como, por ejemplo, su abuelo don Roberto
de Ribas Talavera y Montalvo, oriundo de Canarias, y quien fue Capitán de Mar y
Guerra y Coronel de Infantería del Regimiento Provincial de Güimar (1742). Los
Ribas provenían de esas islas y eran una: "de las más nobles familias del
país y de la Madera", como lo apuntó Peraza de Ayala.
Solicitó don Valentín
una Capitanía en el ejército: "con sueldo y con agregación a la plana
mayor de esta ciudad" de Caracas, en la cual se había establecido su
familia y en la que debía mantener a su mujer y a sus siete hijos. Su esposa,
de origen distinguido también, fue doña Manuela Galindo.
Don Marcos, padre de
los Ribas, había ocupado en empleo de Regidor Decano por más de treinta años, y
fue Alcalde Ordinario de Caracas en diferentes ocasiones. De la misma se
desempeñó con lucimiento como Juez de Residencia de Puerto Rico, Maracaibo y
Cumaná.
La notabilidad de los
Ribas alcanzaba varias generaciones anteriores. Numerosos parientes ocuparon
las más relevantes posiciones. Un bisabuelo, Don Marcos de Castro y Betancourt,
fue Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela y Brigadier de
los Reales Ejércitos.
Un hijo de don
Valentín, seguidor de los pasos de su tío José Félix, fue el coronel José
Estanislao Ribas y Galindo, quien formó parte del ejército patriota y en el año
de 1816 decidió alejarse de Piar para seguir a Arismendi hacia el oriente.
Había cruzado el Orinoco con aquél en la campaña de Guayana pero fue licenciado
junto a otros amigos de Bolívar.
Juan Vicente González
definió a la familia Ribas como: "una raza fuerte, amarga, activa,
indómita". José Félix, Juan Neponucemo y Francisco José, decididos
partidarios de la independencia, dieron muestra de ello.
José Félix se casó
con doña María Josefa Palacios y Blanco; por su parte, Juan Neponucemo lo hizo
con doña María de Jesús, ambas hermanas de la madre del Libertador.
Los nexos de
familiaridad entre los Ribas, los Palacios y los Blanco eran estrechos y así se
evidencia entre otros actos en la misma petición de gracia que don Valentín
había presentado.
La existencia de
estos vínculos, la influencia de estas familias en la sociedad colonial ¿tuvo
alguna significación a la hora de considerarse la expulsión de Ribas y sus
hermanos e, igualmente, de Bolívar en 1812 cuando Monteverde destruyó la
Primera República y reconquistó para
España a la insolente provincia de Caracas?
Lo anterior no se encuentra comprobado pero lo cierto es que ellos se
libraron de un castigo mayor. La intermediación de don Francisco de Iturbe fue
decisiva para salvar la vida al contestatario e irreverente Bolívar.
El temible don
Domingo de Monteverde era hijo de doña Francisca de los Remedios de Ribas, y su
abuelo, don Valentín José de Ribas era
también ascendiente del heroico defensor de La Victoria, el 12 de febrero de
1814, batalla en la cual la juventud demostró su templanza contra la tiranía y
ser merecedora del reconocimiento de la patria que en ellos tiene
inalterablemente su esperanza y futuro.
Actores influyentes
en aquella sociedad colonial en transición, el presbítero don Marcos de Ribas y
nuevamente don Francisco de Iturbe, junto al Marqués de Casa León, lograron
acordar con el triunfante brigadier Simón Bolívar, en agosto de 1813, su
entrada a Caracas y la evacuación de las tropas realistas cuando con motivo de
la Campaña Admirable aquél y José Félix Ribas regresaron vencedores.
El heroico José Félix
y sus hermanos Francisco José y Valentín, participaron destacadamente en los
sucesos del Cabildo de Caracas el célebre 19 de abril de 1810 y son firmantes
del acta de ese día de gloria y patriotismo.
Jose Felix Diaz
Bermudez
jfd599@gmail.com
@jfdiazbermudez
Anzoategui -
Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario