El gobierno de Nicolás Maduro una vez más arremete
contra los medios de comunicación social en Venezuela en su desesperada
estrategia de ocultar a como dé lugar la catástrofe en que se ha convertido la
revolución bolivariana.
Las estrategias del mandador no sólo atentan contra
los principios de la libertad de expresión garantizados en la Constitución
venezolana, sino contra la necesaria discusión que debe tener lugar en toda
sociedad para superar la crisis como la que atraviesa Venezuela.
No hay forma de esconder los numerosos hechos
reñidos con la ley que son el pan de cada día. El jefaturato ha intentado, de
manera autoritaria y violenta e incluso echando mano de instituciones y
funcionarios oficiales, evitar sin éxito que la población se entere de las atrocidades
cometidas y de los escándalos que salpican a muchos en el alto gobierno.
Estar informado es una necesidad humana, pero
también un derecho universal. Y Maduro desconoce abiertamente la vigencia de
estos principios.
La última de las acciones para amedrentar la libre
circulación de información fue protagonizada esta semana por la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Funcionarios de ese organismo se
hicieron presentes intempestivamente en las instalaciones de la planta de
noticias Globovisión, bajo la excusa de realizar una evaluación
técnico-administrativa. En Venezuela, los canales operan bajo la concesión del
espacio radioeléctrico otorgado por el Estado.
La verdadera razón era que, tras los resultados
aplastantes en contra del actual proyecto social en las pasadas elecciones del
6D, Globovisión cambió decisivamente su línea editorial. Abrió sus puertas a
los nuevos actores de la oposición que pasaron a controlar la Asamblea
Nacional.
La visita de Conatel fue claramente una acción de
amedrentamiento, debido a que Globovisión tiene la licencia de operación
vencida, sin que el gobierno haya autorizado su renovación. El mensaje fue
claro: si abres el espacio a la oposición, cerramos el canal.
No era la primera vez que Conatel ejecuta tal instrucción.
En 2007 no renovó la licencia del canal RCTV debido al tono crítico de su
cobertura noticiosa al gobierno de Hugo Chávez. Esta decisión obligó al medio
salir del espectro radioeléctrico, gracias a las presiones del barinés. Otros
señales como Televén, y en el interior del país también han sido objeto de
ataques amenazadores por parte del primer mandatario y su gabinete.
Con motivo de la sorpresiva inspección a
Globovisión, el periodista Vladimir Villegas, quien dirige el más importante
espacio de opinión del canal que abrió sus puertas a los líderes opositores,
hizo del público conocimiento su extrañeza por la inesperada visita. A su vez,
resaltó que la corporación se ha mantenido durante meses a la espera de la
renovación respectiva, observando su temor que la inspección obedezca a una
medida de presión oficial.
Villegas destacó que la línea editorial establecida
por el presidente de Globovisión, Raúl Gorrín, no sólo ha sido equilibrada y
abierta a las diversas tendencias políticas, sino que es totalmente respetuosa
de la legislación vigente. También enfatizó que el canal cumplió con la
totalidad de las exigencias establecidas por la autoridad televisiva para la
actualización de la concesión.
Las amenazas contra Globovisión han generado una
inusitada reacción en diversos sectores de la colectividad venezolana e
internacional.
La Sociedad Interamericana de Prensa de manera
categórica salió al paso del acorralamiento y brinda su apoyo institucional al
difusor.
Miguel Henrique Otero, presidente del diario El
Nacional, protestó la actitud de Conatel ante Globovisión y denunció al mismo
tiempo las presiones contra los medios impresos de otro organismo
gubernamental, la Corporación Maneiro, la cual limita el acceso al papel
periódico en el estado sudamericano.
Organismos como la Internacional Socialista por
igual se pronunciaron contra las presiones de Maduro para coartar la libre
manifestación en Venezuela.
De igual manera el Parlamento Europeo con motivo de
la presencia en la zona europea de Mitzi Capriles, esposa del Alcalde mayor de
Caracas Antonio Ledezma, hoy en detención domiciliaria sin juicio ni delitos
incoados, hizo un llamado al diálogo y al respeto por los derechos humanos,
incluyendo la libertad de expresión y pensamiento.
Esperemos que esa nueva arremetida contra los
medios informativos termine de una vez por todas por el bien de la nación.
Director de
Venenoticias.
Manuel Corao
manuelcorao@yahoo.com
@manuelcorao
Director de
VeneNoticias
venezolanos_dallas@yahoogroups.com
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