Le he
perdido la pista. No sé si quedó entre las sábanas de mis sueños revoltosos o
atragantada en una consigna gastada. Sé que la extravié tal vez en el rincón
polvoriento de mis desvelos. Torció sus proporciones al transcurrir el tiempo y
quedó hecha migas, vulnerable, petrificada en el olvido, hasta volverse
inoportuna cuando trataba de retornar al pensamiento.
Ciertamente,
perdí cualquier atisbo de expectativa respecto a la toma de “imposición” de la
presidencia en Venezuela del próximo 10 de enero. No surcarán en el firmamento,
aeronaves ultramodernas y altamente sofisticadas, provenientes de una coalición
internacional, para impedir la continuidad en el poder de alguien que no
encuentra ni siquiera su cédula de identidad.
Dudo que
algún descarrilado se tomé el atrevimiento de traicionar sus senderos
malogrados y desde la misma trinchera dictatorial, impida la farsa más grande
de la historia del país. Tampoco creo que importemos un Rambo desaliñado, con
gallardías dispersas y su cuchillo singular, para efectuar una maroma de acción
como en el celuloide y no permita que ganen los malos.
Maduro de
seguro continuará en la silla presidencial por un tiempo más. No sucederá
ningún imprevisto extraordinario, gracias al clamor fervoroso de los tuiteros
desventuras que a diario nos regalan una pastilla de rebeldía. Esta semana no
se alcanzará la victoria. Así como lograron sus elecciones imaginarias y
cantaron un triunfo sin el bullicio del pueblo, de esa misma manera se
juramentará de nuevo el extranjero que usurpa el gobierno de nuestra amada
nación.
La historia
y sus garabatos sinsentidos, ya imprimió sus excusas terribles por hacer
posible este suceso incontrastable. De por sí, probablemente el régimen decrete
día festivo y monten un espectáculo rimbombante, con bailarinas sublimes y
cantantes con voces pedregosas, para hacer el evento más ineludible y
categórico.
Frente a
todo este escenario un tanto pesimista, existe también una realidad que
permitirá poner la conciencia en orden en un territorio que para muchos no
tiene acomodo. No se hará de tanto esperar. Quizá este no sea el momento. No
sucederá esta semana y, posiblemente, tampoco la siguiente, pero actualmente se
labra el sendero para devolverle el rumbo perdido a nuestros auténticos
designios.
Por ello, el
Grupo de Lima emitió un comunicado con verdades infranqueables y una severidad
contundente, exigiendo a Maduro ante su ilegitimidad incuestionable, que le
transfiera el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional de manera provisoria,
hasta la realización de elecciones verdaderas y democráticas.
Sencillamente,
no es la primera vez que los cancilleres que conforman este bloque tratan de
hacer entrar en razón a Maduro y a su corte despiadada. Y aunque es tratar de
curar de la demencia a una mente desahuciada, siempre será un apoyo moral
cualquier iniciativa, que esté enmarcada por otras decisiones de otros
sectores, para ir haciendo mella y se desemboque el escenario anhelado.
Se habla de
una etapa de lucha cívica propiciada por la oposición. Que el parlamento
venezolano declare ilegítimo al nuevo gobierno de Maduro, pese a los intentos
de amedrentamientos con una granada fragmentaria apostada en la puerta del
hemiciclo de sesiones del Palacio Legislativo.
Se avecina
una lucha desigual. Este año que parece iniciar con un pie torcido, más allá
que sea izquierdo o no, viene cargado de presunciones. Sé que saldremos de una
pieza por el rescate de la democracia. Desde afuera se manifiestan esfuerzos
por parte de Colombia, EEUU y ahora Brasil, para resolver la pérdida de los
sentidos en Venezuela.
No será
fácil que los facinerosos abandonen el poder. Dependerá de mucho aplomo, unión
y coherencia. No bajar los brazos. Este 10 de enero será un día irritante y con
ansias de que pase pronto. Pero el tiempo sigue transcurriendo y los días de
libertad están programados, pues sin ánimos de contradecir a Gardel, 20 años
han sido demasiado y pronto tendremos protagonistas distintos, haciendo gala de
un poder legítimo, real, justo y democrático en Miraflores.
José Luis
Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
No hay comentarios:
Publicar un comentario