viernes, 19 de junio de 2020

RICARDO VALENZUELA, HOOLIGANS, REFUGIO DE MORENA, REFLEXIONES LIBERTARIAS

“El político que intente dirigir los destinos de la gente y los capitales privados, asumirá una tarea innecesaria y una autoridad que no podrá delegar, sin riesgos, a un consejo. Pero en ninguna parte será más peligrosa que en manos de un hombre tan estúpido y caprichoso que él mismo se considere preparado para ejercerla”. Adam Smith. 

En economía y en política lo que Mises llamara “la acción humana”, algunas veces engendra situaciones difíciles de interpretar. Hacia el final del cuarto año de Trump y el segundo de AMLO esto se hace muy evidente. A las dos presidentes les pronosticaron estruendosos fracasos. Sin embargo, en el transcurso de sus administraciones se develan elementos para calificarlas y el contraste es impresionante. 

En EU, Trump tomaba su responsabilidad como siempre lo ha hecho en los negocios, con la energía y pasión que solo tiene un workaholic totalmente orientado a (ejecución) de tareas específicas, delegando algunas a las mejores gentes (organización) para lograr los objetivos establecidos (planeación), siempre revisando y corrigiendo desviaciones (control). 

En caso de AMLO, iniciaba dando la apariencia de no tener prisa, no entender la responsabilidad que había adquirido y lo único que lo divertía eran sus evangelios mañaneros. Pero esta diferencia de estilos, de inmediato proporcionaban resultados para evaluarlos. 

En EU, Trump provocaba un boom pocas veces visto: La economía crecía agresivamente, el desempleo caía a nivel récord creando 7 millones de empleos. Una baja de impuestos activaba la inversión, el empleo, regreso masivo de capitales, el consumo. El recorte de regulaciones provocaba que EU alcanzara su autosuficiencia en energía. Por primera vez EU llegaba a una planta de trabajo de 160 millones con la tendencia de sueldos al aumento. Recuperaba su lugar en el índice de libertad económica perdido por Obama. En respuesta a la epidemia, el mes pasado se crearon 2.5 millones de empleos. 

En México el panorama era diferente. La economía decrecía y el desempleo aumentaba. El presidente cancelaba obras tan importantes como el aeropuerto del DF y la millonaria inversión de la planta de cerveza en Mexicali, lo que nos deba costar cientos de millones de dólares. Y cuando la reata del dinero amenazaba con reventarse, se daba a la extorción de capitalistas para rescatar la ineficiencia de su gobierno. Y, después de años insultado a los empresarios pegados a la ubre del gobierno, recluta a Salinas Pliego como el nuevo líder de su intervencionismo y de los nuevos succionadores. Porque para él no hay ley, constitución, suprema corte, ni asesores honestos. ¡Es solo lo que diga su dedito! 

Y emerge la gran interrogante. En EU, a pesar de los resultados, Trump ha enfrentado el odio del mundo y el saboteo constante de su administración, dos intentos de golpe de estado, el 95% de la media agrediéndolo, el odio de la cúpula Demócrata financiada por George Soros. Pero también de la cúpula conservadora herencia de McCain apoyados por los propietarios de Guerra Inc., Bush y Cheney, que no detienen sus intrigas. Y, más grave, ante este acoso no ha podido remover los tumores cancerosos incrustados en el FBI, CIA, NSA que, bajo el comando del EP, continúan su campaña para destruirlo. En estos momentos con el virus, los ataques de Antifa y lo que veremos antes de la elección.

Pero en México, el Peje, aun destapando de sus intenciones tiránicas, continúa su travesía con viento de cola en un mar en donde, ante los rayos anunciando una grave tormenta, como anillo al dedo le sirve para alborotar su gallinero gritando, “el que no está conmigo, está contra mí”. La gente lo sigue apoyando aun ante las claras evidencias de su ruta hacia el fracaso y, como los combatientes de ISIS, siguen ofreciendo su vida por el Osama bin Laden mexicano. 

Es decir, en EU el establishment anti EU quiere destruir la economía y con ella al presidente que la defiende. En México, el presidente anti México destroza la economía y su nuevo establishment lo defiende. En EU se lanza al espacio el primer cuete privado preludio de la conquista de Marte, en México se inaugura el tren charanga del Peje saqueando las Afores. 

Pero entenderemos este acertijo si acudimos al filósofo político Jason Brennan que afirma: “Los ciudadanos no tienen ese derecho que asumen al votar, el poder político debe ser justificado y merecido. El derecho al voto no es parte de las libertades civiles como la de expresión, de religión, de asociación. Existen formas intrínsecamente injustas de gobierno y la democracia es una de ellas pues es gemelo del comunismo. El voto irrestricto e igualitario es moralmente reprobable. El sufragio lleva a la mayoría a tomar decisiones políticas de forma irracional para imponerlas a minorías inocentes”. 

Para explicar lo que afirma y el papel de la acción humana en la política, pasa luego a dividir votantes en tres grupos: 

Hobbits. Son apáticos, ignorantes, sin opiniones y sin conocimiento general ni político. No les importa lo que sucede porque siempre sucede lo mismo, no les gusta perder el tiempo y no participan ni votan. 

Vulcans. Son racionales acerca de política. Sus opiniones son robustamente apoyadas por la ciencia social y la filosofía. Son conscientes y solo son confidentes cuando lo demuestren las evidencias. Observan la política, pero no son apasionados pues tratan de evitar estar predispuestos o ser irracionales. No piensan que sus opositores son estúpidos, diabólicos, y de alguna forma los respetan. Sienten que ellos no tienen cabida en la política y participan muy poco. 

Hooligans. Son rabiosos y violentos en los deportes y la política. Tienen puntos de vista inalterables. Presentan argumentos de sus creencias, pero no aceptan otras sin que la gente que las exponga no sea insultada. Consumen información política que ratifique sus creencias. Buscan opiniones que confirmen sus ideas. Rechazan evidencia que los contradiga y se burlan de quienes las presentan. Acuden a las ciencias sociales, pero solo buscando lo que confirme sus puntos de vista. Tienen gran confianza en sí mismos por más equivocados que estén. Odian a quienes desacuerden con ellos calificándolos de estúpidos, diabólicos, egoístas y extraviados. Nunca cambian sus posiciones por más presiones que enfrenten y seguido usan la violencia. Son los soberbios políticos profesionales que llevan los países al fracaso. 

Es claro que en México el 10% de los ciudadanos pertenece a los Hoobits. Otro 5% a los Vulcans. Y debido a la promoción que han hecho los gobiernos y los partidos, el 85% habitan la tierra caliente de los Hooligans incluyendo la mayoría de los políticos en todos los partidos y de todas ideologías. Es decir, la reforma política que iniciara Reyes Heroles en los 70s, el único logro que ha tenido es reclutar más delincuentes para tomar todas las estructuras del gobierno y ahí permanecer. Si hacemos un concurso para elegir el poster Boy de los Hooligans mexicanos, creo que lo merece el Peje en una reñida competencia con Noroña. He ahí el futuro de México.      

Los grandes hombres son como las águilas. Construyen sus nidos en una majestuosa Soledad. Porque un alto grado de intelecto tiende a convertir al hombre en un ser antisocial.  Arthur Schopenhauer

Ricardo Valenzuela 
chero.itesm@live.com
@elchero
Mexico

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