Una empresa quiebra
cuando sus pasivos son mayores a sus activos y no cuenta con flujos para pagar
a proveedores, pasivos labores,
pensiones, vencimientos de deuda ni nuevas exploraciones. Aritmética y
contablemente Pemex está quebrada, aunque no lo acepte su dueño, el gobierno,
no el pueblo de México, como por años le hicieron creer.
La baja del precio del petróleo le afectó,
como a casi todas las compañías petroleras, pero no es la principal causa de su
quiebra, tampoco la entrega de impuestos y derechos al gobierno, parecidos a
los que pagan Exxon, Shell y otras petroleras. Esos factores solo destaparon sus
ineficiencias y los abusos de contratistas y proveedores que, asociados con
funcionarios corruptos y líderes sindicales, saquearon impunemente a Pemex
mediante exceso de personal, de prestaciones, sobreprecios y obras fantasmas.
Los gobiernos priístas permitieron el saqueo
del sindicato porqué ha sido una fuente de recursos humanos y financieros para
el PRI. En el 2001, el nuevo gobierno panista descubrió un desvió de PEMEX a
través del sindicato a la campaña del candidato priísta a la presidencia por 1,500
millones de pesos (PEMEXGATE). Se presentó denuncia a la PGR, pero por medio de
argucias legales y todo el apoyo del PRI, los acusados, un director de Pemex
y dos líderes sindicales, no pisaron la
cárcel. El PRI le dio a un líder una “pluri” de senador y al otro una de
diputado, para que tuvieran fuero y no los detuvieran. Se documentó el desvío,
pero la justicia se inclinó hacia el PRI. En todas las elecciones de siglo
pasado se repetía esa historia, pero nunca se documentó, tampoco los millones
que daban en efectivo al PRI para las elecciones, proveedores y contratistas,
quienes recibían millones en sobreprecios y obras simuladas, que compartían con
funcionarios, líderes sindicales y el PRI.
Los robos de gasolinas y materiales, de los
más altos del mundo en el sector petrolero, han sido buen negocio para
corruptos, pero influyeron en encarecer gas y gasolinas a consumidores, más
caras que en EUA, para compensar los robos.
Que les paguen sus liquidaciones a sindicalizados con lo que queda de Pemex o
con acciones, que pueden emitir, pero que no tomen más dinero de impuestos para
revivir un muerto podrido, al que los zopilotes se lo siguen comiendo.
Luis Pazos
lpazos@prodigy.net.mx
@luispazos1
Mexico
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