Sí. En este momento político que
vivimos los venezolanos. Sí. El chantaje: “…No se han puesto de acuerdo para
implementar una vía, no tienen un líder que los oriente…”. Quiero desmontar
estos argumentos, con la siguiente explicación: No necesitamos una única y
exclusiva vía y menos un líder. Quienes hoy nos gobiernan llegaron mediante el
voto de la mayoría de los venezolanos y quienes nos oponemos hemos decidido la
vía legal y constitucional para cambiarlo, debemos utilizar todos los
mecanismos para lograrlo. De tal suerte, que de plantearse la enmienda
constitucional para reducción del periodo presidencial y adelantar las
elecciones, hay que apoyarla, si Primeo Justicia tiene la iniciativa del
revocatorio hay que apoyarlo y recoger formas, si el grupo encabezado por
Enrique Colmenares Finol inicia la recolección de firmas para instalar el poder
originario mediante la constituyente, hay que recoger firmas y apoyar ese
proceso, si es el juicio del Presidente porque no es venezolano, hay que
apoyarlo. El liderazgo que se impone ahora es el liderazgo en equipo que logre
aglutinar las diferencias en tono a objetivos comunes. El triunfo está en el fracaso. Nos
equivocamos y corregimos. Bienvenidas las ideas, las iniciativas.
Asumir el complejo
del segundones, es lo peor que nos puede pasar. Ninguna de estas vías es
propiedad de ningún partido, ni de ningún ciudadano, ni de ningún sector de la
sociedad, pasemos a la acción unitaria en la implantación de todas las vías
posibles. Pensemos que una de estas vías es más conveniente para el país que
una poblada desesperada de gente que salga a la calle a saquear lo que
encuentre. Pensemos que en estas vías podemos reencontrarnos. Pensemos que la
mejor vía será la que tome fuerza y pueda lograr desbloquear al Tribunal
Supremo de Injusticia. Pensemos señores que esta tragicomedia gubernamental que
vivimos los venezolanos, que permite que mueran niños en los hospitales por
falta de atención y que mantiene a nuestros familiares en horas de cola para
comprar un paquete de harina pan, cuando se consigue, debemos cambiarlo.
No nos quedemos
entrampados en una discusión acerca de
si este gobierno es comunista, por ello de izquierda, mientras que sus
opositores, sus antítesis son capitalistas, y por ello de derecha. Cuando todo
el mundo sabe, que: Ni una cosa ni la otra, ni tampoco todo lo contrario,
parafraseando a Cantinflas. Si bien es cierto que este desgobierno se basa
ideológicamente en los preceptos del comunismo, en el control y planificación
de la vida comunitaria, en la abolición de la propiedad privada y medios de
producción, a los cuales no ha podido
eliminar teniendo que coexistir con ellos, y en la eliminación de las clases
sociales. No es menos cierto que desde Lenin, pasando por Mao, estas líneas
gruesas sólo se han implementado para el sostenimiento del poder de unos grupos
palaciegos, que se enriquecen empobreciendo al resto de la sociedad. No se
trata de comunismo es autoritarismo puro y duro.
No caigamos en el
juego de asumirnos como escuálidos y menos de derecha. Si bien es cierto que
existe un sector de la producción que especula y tiene ganancias exorbitantes
explotando a los trabajadores, no es menos cierto que hay empresarios serios
que han invertido para obtener ganancias y que su riqueza está en el capital
humano que lo ha apoyado en esa producción. No debemos confundir que la gente
quiere paz con que es pendejo. No es así.
Dicho esto debemos entender que la sociedad
venezolana debe activarse para exigir el cambio de gobierno, por la vía que
sea, con los liderazgos que tengan iniciativas y entre todos podemos lograrlo.
Dejemos las diferencias vamos a unirnos en torno a un objetivo CAMBIAR DE
GOBIERNO, para ello todos los caminos conducen a Roma.
Carlota
Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoategui - Venezuela
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