Un domingo cualquiera
de enero, Jóvito Mejías decidió romper su reposo médico por zika para retomar
sus funciones como vigilante de un colegio Fe y Alegría en La Silsa, al oeste
de Caracas, sintiendo que su dedicación al trabajo era la mejor ofrenda que
podía darle a ese plantel que tanto aporta para la formación de los niños del
barrio, que así aumentan sus posibilidades de superación personal y ascenso social.
Sería su último día. En su querida escuela, a la que había dedicado 15 años de
su vida, lo esperaba la muerte. Asesinado a golpes, puñaladas por arma blanca y
degüello, fue encontrado en las escaleras del plantel, víctima de malandros que
entraron al local para robar equipos de docencia adquiridos con enorme esfuerzo
y de casi imposible reposición.
En 2015, los robos en instalaciones educativas
sobrepasaron los 300 en todo el territorio nacional. De los 582 planteles
administrados por el gobierno mirandino, 102 (uno de cada 6) ha sufrido los
embates de la delincuencia. No son sólo las computadoras y otros equipos
electrónicos; lo siguiente a robar han sido los electrodomésticos de los
comedores escolares y los cableados eléctricos; y ahora la comida almacenada
para el almuerzo escolar se ha convertido en valioso botín, en esta época de
escasez derivada del desastre económico provocado por el régimen.
No es la única
violencia que ha tocado a las escuelas, como se expresa en el desesperado
manifiesto que Fe y Alegría dio a conocer hace pocos días, en espera de que su
voz pueda ser oída por quienes tienen la obligación constitucional de asegurar
la vida de los venezolanos. ¡Cuántos niños han perdido a uno de sus padres por
balas perdidas; cuántos niños caídos en esa misma guerra de bandas que han
irrumpido en los barrios para violentar las vidas de la gente decente que allí
habita, bandas que actúan a su antojo, sin que autoridad alguna ponga orden!
El Centro Comunitario
de Aprendizaje (Cecodap) nos informa que cada mes en Venezuela son asesinados
en promedio 76 niños y adolescentes, la mayoría varones (91%) entre 12 y 17
años (94%). ¡Esto equivale a dos salones de clase que quedan vacíos
mensualmente en nuestra tierra por homicidios, una cifra escandalosa que
debería sacudirnos!
La deserción escolar
también aporta su cuota al vacío de las escuelas. Las causas son múltiples y de
tal magnitud que afectan el tejido social en su totalidad: necesidad de
trabajar desde pequeños para ayudar al sostén familiar, pobreza y marginalidad
crecientes (73% de hogares en pobreza, según la encuesta ENCOVI 2015; 48% en
2014), embarazo adolescente, acoso, son algunas de las razones para la
deserción escolar.
Como si fuera poco,
ahora se nos anuncia que alrededor de 230 mil alumnos, 28% de la matrícula
escolar a escala nacional, faltan al aula el día que sus padres hacen cola
junto con sus hijos para adquirir alimentos regulados. Ya lo dijo alguna vez el
entonces ministro de educación, hoy jefe de la fracción parlamentaria del
partido de gobierno: “No vamos a sacarlos de la pobreza para que se vuelvan
escuálidos”, entendiendo despectivamente por tales a los opositores al régimen.
Mientras todo esto
sucede entre nosotros, el régimen mira para otro lado, preocupándose por
adquirir más y más material bélico, como si nuestro país estuviese en medio de
una conflagración mundial. Solo en 2015, Venezuela gastó US$ 162 millones de
armas, monto que escala a US$ 5.620 millones desde 1999 hasta el presente. Es
decir, el gobierno se apertrecha de armas cuyo único destino es la represión de
esa misma gente que sufre por la falta de alimentos, medicamentos y educación
de calidad.
Reconstituir el
tejido social, lograr una sociedad en la que los niños puedan jugar sin que sus
padres y abuelos teman el cruce de balas arteras, en la que puedan estudiar
para convertirse en ciudadanos probos y bien formados tomará mucho tiempo, que
nadie se llame a engaño. Pero ya lo sabemos: el camino más largo siempre
comienza por el primer paso.
TUITEANDO
- Hoy finalizan las 8ª Ferias
Regionales Mirandinas de Ciencia y Tecnología, organizadas por la Dirección de
CyT del Gobierno de Miranda a lo largo de marzo, dentro de su programa de motivación
hacia la ciencia en los liceístas de la región. Los ganadores participarán en
el Encuentro Mirandino de CyT, 18 y 19 de mayo, UCAB.
Este viernes 1º de abril la
Embajada de España dará inicio a la conmemoración del mes cervantino, para
recordar a Miguel de Cervantes y Saavedra, de cuyo fallecimiento se cumplen 400
años el próximo 23 de abril. El acto solemne de apertura tendrá lugar en el
Paraninfo del Palacio de las Academias
Gioconda San Blas
gsanblas@gmail.com
@daVinci1412
Miranda - Venezuela
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