Independientemente
del resultado de las elecciones del 6 de Diciembre, no hay dudas de que se dio
inicio al cambio en Venezuela. Claro que el perfeccionamiento de esta
transición necesaria para salir de la actual pesadilla por la serie de crisis
acumuladas, dependerá de la actuación de los actores tanto del Gobierno como de la Oposición, y de que escuchen correctamente a los electores, ya que tal como le gustaba
repetir a Chávez, “la voz del pueblo es
la voz de Dios”.
Los electores
Maduristas y los anti-maduristas sufren por igual los efectos injustos de una
economía ficticia con sus colas kilométricas frente a los Super Mercados
públicos y privados; una tasa de homicidios que ubica a Venezuela entre los
países más violentos del mundo; una corrupción que ha llegado a producir
fortunas mil millonarias a nivel de la nomenclatura privilegiada, tratando de
hacer cómplices a sectores beneficiados por las Misiones a quienes se les
reparten las migajas de lo que sobra al peor estilo populista; el drama de la
salud, de la vivienda, de la educación que se suma a la multiplicación de
atropellos a través de la radicalización inconstitucional en contra de las libertades con el agravante de la multiplicación de
presos políticos, inhabilitados y amenazados con privarlos de libertad ,para enumerar tan solo algunos de los elementos
que caracterizan la profunda crisis humanitaria global que vivimos.
No es correcta la
insistencia oficialista de que lo único que hay que obedecer ciegamente es el
resultado que decrete el CNE, ya que la democracia no se mide solamente con el
criterio exclusivo de lo que decrete la Sra Tibisay Lucena, en especial por las
escandalosas muestras de tolerancia ante el ventajismo de todo tipo producido
en la campaña electoral, en la que el uso y abuso del poder del Estado se
evidenció hasta el último momento a favor de los candidatos del régimen.
Pero hay una
diferencia. Esta vez los ojos del mundo están puestos en Venezuela gracias a la presencia masiva de
observadores internacionales imparciales, quienes a pesar de las múltiples
amenazas del Gobierno para impedir su presencia en el país; o la negativa de
darles credenciales oportunas; o de colocar obstáculos negándoles su seguridad
en los recorridos, no ha impedido su claro testimonio constructivo en apoyo a
una verdadera democracia. Las lecciones dadas en sus declaraciones por Ex
Presidentes de la talla de Andrés Pastrana, Tuto Quiroga, Miguel Angel
Rodriguez, Laura Chinchilla, Mireya Moscoso, Luis Alberto Lacalle; se suma a la
presencia de 92 parlamentarios de América Latina, entre quienes esta el
Estadista Chileno Patricio Walker, hoy Presidente del Senado de su país; además
de multiples ONGs representando a la Sociedad Civil Latinoamericana,
Internacionales Políticas como la ODCA Presidida por el Senador Ocejo de
Mexico; la Internacional Socialista presidida por el Chileno Ayala; Liberales y
Conservadores a los que se suman emocionantes apoyos de movimientos juveniles
integrados en redes de solidaridad.
Gobiernos de la
región y del Mundo claman por una nueva etapa en Venezuela que esperan que el 7
de Diciembre, independientemente del resultado, se de inicio a una transición e
Democracia.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@milosalcalay
Caracas-Venezuela
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