sábado, 5 de diciembre de 2015

MERCEDES PULIDO, ASPIRACIONES Y ESPÍRITU DE CAMBIO

Sorprenden los resultados de estudios y seguimiento de la realidad. Para muchos la evidencia del aumento de la pobreza que pudiera alcanzar tres de cada cuatro venezolanos según estimaciones de las condiciones de vida y, en especial, de la medición de los ingresos de nuestros hogares, produce una profunda necesidad de reconocer  nuestro presente. En primera instancia tendemos a rechazarlo, pues estamos convencidos que con la renta petrolera y la distribución de la misma a manos llenas esa sería una historia superada. A pesar de la inexistencia de datos oficiales la realidad se impone. La inseguridad de la vida con la violencia manifiesta el desabastecimiento que implica hambre, desnutrición y muerte; la inflación traducida en la supervivencia diaria con la incógnita del mañana hace imposible negar el caos, la incertidumbre y el desconcierto de la cotidianidad. Es en este entorno que llegamos al camino iniciado de búsqueda de cambio.

Estamos a las puertas de tomar decisiones para ese cambio. A la desconfianza en los caminos para lograrlo se unen la persistencia y  la fuerza de la acción humana para construirlo. Imposible negar que no estemos en un sistema de votación “amigable” como dicen ahora, entre el ventajismo de las fuerzas del régimen, el “legulellismo” del lavado cerebral del miedo, la regaladera y, con ella, las redes establecidas de lealtades y sumisión mediante la humillación de infinitas discriminaciones de colas, cédulas para limitar cualquier servicio, sectarismo a ultranza y confrontación constante por parte de los supuestos árbitros de la legalidad, pareciera que el monstruo se impone por         doquier.

Y sin embargo, estamos llegando al paso inicial para la aspiración de cambio manifiesta y concreta pues no hay rendición. ¿Cuáles son los logros? Contra viento y marea la búsqueda democrática se ha consolidado en una visión unitaria con sus propias diversidades. A los limitados recursos y la violencia se han movilizado sin descanso comunidades, familias, y, especialmente, los jóvenes, que significa algo muy valioso; han conocido y hablado con la gente, con la vida diaria, lo que se traduce en aprendizaje de las vías de encuentro y alianzas y obligado a organizarse para actuar. Ante la represión y arbitrariedad de los presos políticos se ha sembrado conciencia nacional e internacionalmente, lo cual hace cada día más difícil desconocer el déficit democrático y la destrucción institucional del país y con ello, los intentos por desconocer o manipular los resultados electorales tendrán consecuencias y necesidad de acordar propuestas.

Estamos a medio camino. Las mesas electorales tienen que instalarse y los testigos actuar. Hay que votar y defender las decisiones. En un ambiente de turbulencia y conflictividad. El régimen ha dicho que sale a la calle y tiene el recurso de la fuerza. El árbitro electoral pone cortapisas por doquier, no solo en la observación internacional, sino en los corresponsales y medios comunicacionales además del desbalance de los circuitos electorales. El país ha hecho un llamado a nuestras fuerzas armadas para la defensa constitucional, porque no cabe duda de su rol como defensa institucional en este proceso. La Conferencia Episcopal y las iglesias reiteradamente alertan sobre el ventajismo, pero también sobre su apoyo incondicional a la construcción democrática. La “autoritas” moral y los jóvenes son los grandes árbitros ante la impunidad.

Afrontar conflictos es la vida, y si buscamos cambio, está en nuestras manos.
        
Mercedes Pulido
mercedes.pulido@gmail.com
@mercedespulidob

Miranda - Venezuela

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